México, Estados Unidos y Canadá están de fiesta, ya que este 1 de julio celebraron el primer aniversario del nuevo tratado comercial de Norteamérica (T-MEC). Sin embargo, no hay mucho que festejar, ya que la pandemia del COVID-19 y los visos de futuras controversias en materia laboral han opacado las ganancias esperadas hasta ahora.
Gracias a este acuerdo, México se ha beneficiado de la fuerte recuperación económica de Estados Unidos.
Para la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, el primer aniversario del T-MEC está marcado por las tres R: reactivación, recuperación y reestructura.
Reactivación del comercio: el tratado permitió dar dinamismo al comercio regional durante la pandemia, en un entorno basado en reglas dotando de certidumbre a las inversiones y siendo garante para que la relocalización de empresas sea exitosa.
“Durante los momentos más difíciles de la pandemia que implicó el cierre de actividades y confinamiento, México mantuvo el abasto de alimentos a Estados Unidos, lo que permitió a los consumidores tener acceso a una dieta sana y variada”, destacó Clouthier este miércoles en un evento con sus pares estadounidense y canadiense.
Recuperación económica: El T-MEC ha sido un “poderoso motor” en la región, pues el reciente reporte de la UNCTAD identifica a México en el lugar 9 entre los países que recibieron mayores flujos de Inversión Extranjera Directa en 2020.
Restructuración de cadenas de valor: El nuevo acuerdo comercial dotó de reglas de origen para que más inversiones lleguen a la región y se fortalezcan la proveeduría regional y el tejido productivo en los tres países.
“El estudio Disentangling Value Chains, de Alonso de Gortari, indica que las importaciones de manufacturas que Estados Unidos realiza desde México integran un contenido estadounidense de 30% en promedio. Coincidimos en la necesidad de fortalecer nuestras cadenas regionales de producción, por ello, estamos en contacto con la Administración Biden y con el Gobierno de Canadá para que los tres países construyamos cadenas regionales de valor resilientes y eficientes”, dijo la secretaria de Economía.
Clouthier destacó los cambios laborales que se han llevado a cabo en México, particularmente en relación con la democracia sindical y el sistema de justicia laboral.
La representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, destacó que el acuerdo prohíbe la importación de productos fabricados en condiciones de trabajos forzosos. “El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá es el inicio de una nueva generación de tratados comerciales”, agregó.
En un año marcado por la crisis más grande económica, social y de salud ha quedado clara la importancia que tiene el comercio abierto y la integración en las cadenas de suministro son para la industria, trabajadores y las comunidades, dijo por su parte Mary Ng, ministra de Comercio de Canadá.
Impacto
Más allá de lo señalado por las representantes comerciales de los integrantes del T-MEC, no todo ha sido miel sobre hojuelas, ya que en los primeros 6 meses del T-MEC el comercio entre Norteamérica decreció 4%, de acuerdo al coordinador de Análisis e Investigación del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Héctor Magaña.
Ha sido de claroscuros. En un principio, se tenía la expectativa de que fuera un proyecto que detonara el crecimiento de los tres países involucrados. Sin embargo, su firma se dio prácticamente a inicios de la pandemia en 2020 y las expectativas fueron disminuyendo”, agregó el especialista consultado por la agencia EFE.
Sofía Ramírez, directora general de la asociación “México, ¿Cómo Vamos?”, señaló que por la integración comercial y la recuperación de Estados Unidos, se han fortalecido rubros como la maquila, la inversión extranjera directa (IED) y las remesas, que en 2020 alcanzaron un récord de más de 40,600 millones de dólares (mdd).
Fricciones
El T-MEC también refleja desacuerdo de México con Estados Unidos, en particular en energía y medioambiente, mencionó Mariana Aparicio, coordinadora del Observatorio de la Relación Binacional México-EU de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Creo que esos dos temas han sido muy claros y van a ser tal vez una fricción política entre ambos presidentes (López Obrador y Joe Biden) en el marco del T-MEC. Y lo laboral va a ser otro gran tema”, opinó.
Bajo el T-MEC ya se han registrado dos quejas laborales de Estados Unidos a México por la violación de derechos sindicales y negociación colectiva, una en la planta de autopartes Tridonex en Tamaulipas y otra en la fábrica de General Motos en Guanajuato.
El gobierno de México también solicito a Estados Unidos revisar las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas. En ese sentido hay voces que apuntan a que el T-MEC no necesariamente va representar una lluvia de quejas en materia laboral de EU a México, sino que puede ser al revés.
El acuerdo se firmó cuando Donald Trump era presidente de Estados Unidos, pero los temas de interés se mantienen vigentes con Biden, dijo Aparicio. “Hay un cambio en la forma, pero los temas se mantienen y sigue siendo una relación tan compleja”, manifestó.