En medio de tensiones geopolíticas, políticas arancelarias más agresivas y una creciente necesidad de diversificar las cadenas de suministro, Latinoamérica se consolida como un eje estratégico para el nearshoring.
Empresas globales están rediseñando sus operaciones para fortalecer su presencia en la región y reducir su dependencia de Asia. Según publicó Magazzine del Transporte, esta tendencia ha cobrado fuerza ante la urgencia de adaptar las cadenas de valor a un entorno más resiliente y menos vulnerable.
Compañías de todo el mundo están mapeando hacia abajo, extendiendo sus operaciones hacia nuevos mercados latinoamericanos con alto potencial industrial y logístico.
“Estamos viendo un rediseño profundo de las rutas comerciales. Las empresas no solo buscan estar cerca de Estados Unidos, sino crear redes integradas desde México hasta Sudamérica”
David Lati, CRO de Logística de México
En 2012, solo el 3 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED) manufacturera en América Latina respondía a estrategias de relocalización; para 2025, esa cifra ya supera el 20 por ciento, impulsada por infraestructura activa y tratados regionales.
Países al frente de la transformación
Los países más dinámicos del nearshoring en la región ofrecen ventajas como:
- Acceso preferencial a mercados globales a través de más de 30 tratados comerciales
Costos logísticos entre 30 y 40 por ciento más bajos respecto a cadenas transcontinentales (según el BID)
- Nuevos proyectos de infraestructura que fortalecen la conectividad hemisférica
En ese contexto, México lidera el movimiento con 45 mil millones de dólares en IED manufacturera durante 2024.
Empresas como Tesla y BMW han expandido operaciones gracias al T-MEC, mientras que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec reducirá el cruce entre océanos a solo seis horas.
Brasil, por su parte, se posiciona como un hub de industrias pesadas, con gigantes como Airbus y BYD, además de una fuerte producción agrícola con salida directa hacia África y Europa.
Colombia ha visto un crecimiento del 12 por ciento en IED manufacturera ligera, consolidándose como conector estratégico de los mercados andinos. Perú, con el desarrollo del Puerto de Chancay operado por COSCO SHIPPING, está revolucionando las rutas entre Asia y Sudamérica. En 2024, registró un crecimiento del 18 por ciento en IED manufacturera.
Desafíos
Aunque el nearshoring es ya un imperativo estratégico, la región aún enfrenta retos importantes:
- Infraestructura desigual: Solo el 40 por ciento de las carreteras están en condiciones óptimas, según la CAF.
- Fragmentación regulatoria: El despacho aduanal entre países tarda, en promedio, 5.7 días.
- Falta de talento especializado: Se estima que se necesitarán 1.2 millones de técnicos para 2030, de acuerdo con la OCDE.
Además, la guerra comercial entre Estados Unidos y China continúa reconfigurando los flujos comerciales.
En este escenario, México, protegido por el T-MEC, se consolida como un hub manufacturero estratégico, mientras que Perú se perfila como la puerta de entrada de Asia hacia Sudamérica.
“A pesar de los obstáculos económicos que enfrenta la región, la resiliencia de las empresas para encontrar nuevas salidas beneficiará a más países latinoamericanos. Esto ya está empezando a ser tangible”, puntualizó David Lati.