María Analí Herrera Bojórquez, fundadora de Naturarmoni, ha convertido su pasión por la espiritualidad y el bienestar en una propuesta que combina tradición y modernidad.
Originaria de Culiacán, Sinaloa, Analí inició su trayectoria profesional en la educación, impartiendo clases en áreas como mercadotecnia, sociología y administración. Más tarde, su experiencia en hotelería le permitió desarrollar un enfoque centrado en la atención al cliente y la empatía, cualidades que serían fundamentales para el éxito de su emprendimiento.
Durante la pandemia de 2020, Analí encontró en las prácticas espirituales y el uso de elementos naturales una forma de enfrentar el estrés y la incertidumbre. Lo que comenzó como un hábito personal de armonizar su entorno a través de la oración, limpiezas energéticas y plantas como la salvia y el palo santo, se transformó en Naturarmoni, un espacio dedicado a promover el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu.
Naturarmoni ofrece productos artesanales diseñados para fomentar la paz interior, la prosperidad y la limpieza energética. Inspirada por rituales ancestrales y su conexión con maestros espirituales, María Analí ha integrado prácticas como el Reiki, la gemoterapia y la aromaterapia para brindar soluciones holísticas a quienes buscan bienestar integral.
Además de sus productos, Naturarmoni se distingue por ofrecer talleres educativos y servicios personalizados, como cartas astrales y análisis energéticos. Esta visión integral ha consolidado a Naturarmoni como un referente en la espiritualidad moderna, respetando siempre el valor de las terapias médicas y psicológicas tradicionales.
Con un enfoque que conecta lo natural con lo espiritual, Analí invita a las personas a redescubrir su “luz interior” y transformar su entorno mediante prácticas simples pero significativas. Su compromiso con el bienestar integral ha convertido a Naturarmoni en un espacio de sanación y reconexión, guiado por la filosofía de que cada ser humano posee el poder de transformar su vida con la ayuda de la naturaleza y la espiritualidad.