Invitado por la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Culiacán, en el marco del programa Fomento a la Cultura Empresarial, Enrique Coppel Luken, socio y exdirector de Grupo Coppel, expuso algunos puntos que han hecho de la compañía familiar un éxito.
El empresario realizó su charla con un formato de preguntas y respuestas. Los asistentes hicieron varios cuestionamientos, él los anotó y los agrupó para darle forma a su conferencia.
Coppel Luken empezó platicando de sus inicios laborales en Sears y en Coppel: “Cuando empecé a trabajar en Sears, me tocó que me pasearan por diferentes lugares. Cuando llegué a Culiacán, sentí como que no sabían qué hacer conmigo. Me metían a un área, me cambiaban a otra. Y todo eso me sirvió para mi experiencia”.
Como resultado de ese recorrido por diversas áreas de la compañía, dijo, actualmente en Coppel a quienes entran para ocupar un puesto gerencial o ser líder de departamento se les da un programa de entrenamiento que dura entre seis y nueve meses, durante los cuales conocen la dinámica de trabajo de las diferentes áreas de la empresa.
“La idea es que ellos vivan, hagan, conozcan y desarrollen ciertas habilidades para desenvolverse en todos los puestos que existen dentro de Coppel y que estarán bajo su mando”, indicó.
Comentó que la tarea principal de un líder de área es lograr que los colaboradores salgan contentos, hagan muy bien su trabajo y se vuelvan sus propios jefes.
Tecnología
En cuestión de novedades tecnológicas, el empresario mencionó que Coppel siempre ha estado a la vanguardia. Sin embargo, dijo que “no siempre hay que ser de los primeros, a veces conviene estar un poquito después”, ya que la tecnología sufre permanentes cambios, “cada vez más rápidos, difíciles y complicados”.
“Hay que pensar en la tecnología no como algo que cambia las bases, los principios y la manera de ser del comercio. Es una herramienta que nos puede ayudar a ser mejores, pero que no nos cambie radicalmente”, expuso.
Comentó también que la tecnología va a seguir y que su beneficio depende del tipo de actividad y del mercado, pues ya hay muchas industrias que están desapareciendo por el cambio de la tecnología.
“A veces me queda la duda de qué será mejor: si encontrar algún área económica o de negocios que no se vea tan perjudicada con la tecnología, y en la que podamos sentirnos un poco más tranquilos, o si meternos de lleno en los sectores donde las cosas cambian mucho. Ahí dependerá mucho del que esté al frente”, agregó.
Mejor seguir como empresa privada
Respecto de la interrogante de si Coppel contempla entrar a la Bolsa de Valores, el directivo expresó: “A mí me parece que es mejor que no sea una empresa pública. En una época las acciones de Coppel estuvieron en la bolsa, pero era más bien por otros motivos que tenían que ver con cuestiones fiscales de la época de (Luis) Echeverría, que a la mayoría de ustedes (los asistentes) no les tocó. Eso lo dejamos por un lado”.
Sin embargo, al ser cinco las familias accionistas, opinó que si alguno de los socios quisiera vender acciones sería más conveniente conformar su empresa en la Bolsa de Valores, “porque fiscalmente, en el valor que pueda tener la empresa, es el mejor camino para esa persona, si quiere vender. Pero creo que es mejor que los datos de Coppel no sean públicos porque es muy fácil que se malinterpreten”.
Panorama electoral
Una de las preguntas realizadas al empresario para conformar su charla fue “¿cómo ve el amanecer del 2 de julio?”; es decir, el día después de las elecciones presidenciales de 2018.
Coppel Luken mencionó que el mejor candidato es José Antonio Meade Kuribreña, pues ha pasado por diversas áreas de gobierno.
“Conozco a José Antonio Meade y es como si, vamos a decir, fuera la primera vez que prepararon a alguien y lo entrenaron para ser presidente. Todos los puestos por los que pasó es como si en Coppel hubiéramos hecho lo que hacemos para preparar a alguien para ser director. Tenemos la gran oportunidad de que llegue alguien que está preparado para el puesto”, aseguró.
También afirmó que, si ganara el candidato Andrés Manuel López Obrador, se corre el riesgo de sufrir un retroceso en las reformas que se han aprobado y para las cuales costó mucho trabajo que los partidos políticos se pusieran de acuerdo.
Aseveró también que todos tiene el derecho de influir sobre las personas que están a su alrededor, ya sean familiares o amigos, e incluso dentro de las empresas, ya que al final de cuentas el voto es secreto.
“Se me hace que sería bueno que tratáramos todos de hacer una campaña o algo interno y que cada quien decida por quién votar. Eso de que estás influyendo, pues influyan, porque, si no, aquí la cosa se puede poner muy fea. No creo que nos pase lo de Venezuela ni que nos pase lo que a Cuba, pero podemos perder una importantísima oportunidad y que todos estos cambios que están en proceso, más la capacidad del que gobierne, se vayan para atrás”, finalizó.
(Édgar Hernández)