En el marco de los 70 años del natalicio de Carlos Montemayor, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), realizó un homenaje al escritor, ensayista, traductor y tenor originario de Parral, Chihuahua.
A esta ceremonia, realizada en la antigua capilla del Palacio de Minería, recinto universitario que alberga una de las ferias de libros más importantes de Latinoamérica, asistió el representante del Gobierno del Estado de Chihuahua, Roberto Ramos Molina.
“A los chihuahuenses nos debe llenar de gusto que la máxima casa de estudios del país, dedique todo un año a recordar el enorme legado de Carlos Montemayor, pero sobre todo, nos debe motivar a conocerlo más, porque se trata de una de las figuras más comprometidas con el cambio social”, expresó Ramos Molina.
Al comenzar el evento, el etnólogo José Del Val, director del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC), reconoció en Montemayor a un hombre sabio y justo, además de considerarlo como uno de los humanistas mexicanos más destacados de nuestros tiempos.
Del Val explicó también que la UNAM, convocará a dependencias universitarias, públicas y organizaciones sociales, a participar en mesas redondas, conferencias magistrales, lectura de poesías y algunos eventos culturales más a lo largo del año, para conmemorar el 70 aniversario del natalicio del escritor chihuahuense.
Por su parte, el doctor Jorge Volpi Escalante, coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, aseguró que “humanista” es la palabra perfecta para definir a Carlos Montemayor, uno de los escritores más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Comentó que él mismo, se considera uno de sus alumnos, ya que en el extinto Centro Mexicano de Escritores, Montemayor revisó, junto con Alí Chumacero, su primera novela.
Agregó que “Guerra en el paraíso” es uno de los textos más notables de las letras hispanas, y destacó el carácter multifacético del escritor, lo que le permitió rescatar lenguas olvidadas.
Destacó también el compromiso político de Montemayor, al defender las causas más nobles, como la del movimiento zapatista en Chiapas, del cual se convirtió en su intérprete.
El doctor Alberto Vital Díaz, coordinador de Humanidades de la UNAM, señaló que la conmemoración del natalicio de Montemayor, es un acontecimiento importante, que se presenta cuando la literatura mexicana no vive un momento fácil.
En este contexto, dijo que observa la consolidación de un escritor, como un clásico de nuestra literatura, al lado de Paz, Arreola, Rulfo y Fuentes, así como de Borges, Cortázar, García Márquez y Vargas Llosa en Latinoamérica.
Resaltó que no era sencillo, y aun así, Montemayor destacó en esa generación de escritores. Lo recordó como uno de los autores de los poemas de las letras mexicanas más bellos, junto con López Velarde y Rubén Bonifaz.
La Maestra Alejandra Montemayor, hija del escritor, agradeció a la UNAM la realización de las “Jornadas Carlos Montemayor 2017-2018”.
Consideró que Carlos Montemayor era un genio, ya que tuvo el virtuosismo suficiente para lograr una vasta producción literaria, de conocimiento e incluso musical.
Dijo que para ella no se trataba de un escritor, un poeta o un músico, sino de su padre, quien se dio tiempo para compartir tiempo con su familia, pidiendo su opinión sobre alguna letra, llevando a alguno de sus hijos a una marcha de protesta social o llevándolos consigo en sus viajes de trabajo.
Recordó que su padre, decía que había que darle mucho saber, pero también sabor a la vida. Finalmente, invitó a los asistentes a celebrar a Carlos Montemayor a través de su obra, todos los días.
Para clausurar la jornada, el rector de la UNAM, el doctor Enrique Graue Wiechers, mencionó que leyó, como muchos de los lectores de Montemayor, “Guerra en el paraíso”. Recordó que la vida del escritor chihuahuense transcurrió entre el campo y las minas, hasta las grandes metrópolis, lo que ayudó a la creación de su extensa obra literaria.
Reconoció que la novela de Montemayor, denunció los pasajes de las comunidades indígenas de diversas regiones del país, como la sierra de Guerrero, la sierra de Oaxaca o la península de Yucatán.
Dijo también que la prolífica obra de Montemayor, será muy útil para pensar y para pensarnos. Concluyó, pidiendo que por nuestras comunidades, siga hablando el espíritu de Carlos Montemayor.