A pesar de que México es un gran país productor de alimentos, el sembrar productos orgánicos sigue siendo minoría y se usa en su mayoría para exportación, donde la exigencia internacional impide la entrada de alimentos cosechados con ciertos pesticidas.
De acuerdo con Flavio Camacho Flores, director del área de investigación de Gruindag International, la importancia de consumir alimentos inocuos, libres de pesticidas y de sustancias, es por el descubrimiento de que algunas sustancias podrían traer algunas enfermedades como cáncer, atrofiamiento en algunas partes del cuerpo, o son causantes de intoxicaciones, si no son usados con el debido cuidado.
La responsabilidad de los agricultores de usar materiales orgánicos recae en buscar producir alimentos más sanos y, a su vez, contrarrestar los efectos de materiales que dañen los suelos y el medio ambiente.
Sobre el uso de materiales no permitidos, Camacho Flores destaca que estos se usan en su mayoría en el mercado nacional. Sin embargo, no para el internacional, ya que las reglas para el sistema de producción son más rigurosas.
Las sustancias que son de mayor peligro para el consumo humano y los suelos son los metamidofos, dimetoatos y carbofuran.
Alimentos propensos a contaminantes
El director del área de investigación de Gruindag International destaca que algunos cultivos son más propensos a contener ciertos contaminantes porque son los que tienen mayores problemas fitosanitarios. “Algunos de ataques de plagas, enfermedades, y es ahí cuando el productor tiene que hacer uso de un mayor portafolio de productos”, indicó.
“Está el maíz que regularmente es atacado por hasta tres plagas, y esta plaga es atacada con un producto. Y en el caso del tomate, por ejemplo, tiene más problemas, y el productor tienen que usar un producto, y en cuatro días otro y en cinco otro. Sin embargo, tiene que buscar alternativas que sean menos agresivas”, recomendó.
Hanna Martínez