Pese a las acciones económicas implementadas por diversos países en contra de Rusia por sus “acciones militares”, los países externos, tanto Estados Unidos como los miembros de la OTAN, se encuentran limitados para intervenir en el conflicto, así lo explica el Dr. Saúl Sandoval Perea, Docente de la Escuela de Administración y Negocios en CETYS Universidad.
El académico de Campus Tijuana refirió que Rusia actuó rápido en parte, presionado por el acercamiento y probable ingreso de Ucrania a la Unión Europea y a la OTAN. Sin embargo, resaltó que, con respecto a la OTAN el Artículo 5 indica que un ataque armado en contra de alguno de sus miembros provocaría que el resto salga en su defensa, sin embargo, Ucrania aún no está dentro porque a la fecha no ha cumplido con ciertos requisitos de la membresía, como tener sistema político democrático funcional basados en una economía de mercado y un estado de derecho fuerte capaz de reducir problemas de corrupción política.
“Es probable que se dé un ingreso expedito de Ucrania a la OTAN y que el resto de los países miembros salga en su defensa. Los estrategas militares rusos anticiparon esto y actuaron en consecuencia. Por lo pronto, la intervención militar directa de países europeos miembros o de Estados Unidos y Canadá, o de cualquier otro país en general, es limitada”, mencionó.
Sin embargo, un ataque armado ruso a algún país miembro de la OTAN tendría repercusiones mucho más severas y adversas no solo para Europa sino para la paz mundial.
“Para algunos analistas, la decisión no oficial de postergar el acceso de Ucrania a la OTAN ha estado fuerte y precisamente asociada con evitar antagonizar con Rusia. Y la OTAN tiene razones de peso para seguir este camino de acción, es decir, la no confrontación militar directa con Rusia. Particularmente, la OTAN y el mundo conocen de la supremacía y poder nuclear bélico de Rusia, ya que el gobierno de Putin tiene 6,000 ojivas nucleares, mientras que en la OTAN tienen un número ligeramente menor a 6,000 siendo Estados Unidos el que más aporta con alrededor del 90% de estas armas nucleares. Los líderes de la OTAN entienden que una confrontación de esta naturaleza estaría fuera de discusión”, explicó.
Sin embargo, advirtió, esto no significa que la OTAN y la comunidad internacional dejarán de implementar otro tipo de sanciones en contra de Rusia. Los bloqueos económicos siguen endureciéndose todos ellos con el objetivo de exprimir y aislar a la economía rusa de la economía global.
Europa y Asia los más afectados, en rubros como petróleo, metales y cereales
De acuerdo con el Experto CETYS de Campus Tijuana, los que más resentirán las severas sanciones económicas impuestas serán los ciudadanos y empresas rusas, aquellos países que tengan relaciones comerciales significativas con Rusia especialmente en cereales, metales, petróleo, y gas, se ubican principalmente en Europa, África, y Asia.
Uno esperaría incrementos globales en los precios de estos bienes en el corto plazo que complicaría aún más las presiones inflacionarias que se venían presentando inclusive antes del conflicto armado en Europa. Cabe resaltar que la economía rusa no es de las más grandes del mundo. Comparativamente, California, Texas, y Nueva York tienen economías individuales mayores que la rusa, pues representa alrededor del 7% de la de Estados Unidos medida también en términos del producto interno bruto.
“Eventualmente, los mercados tenderán al equilibrio y aquellos países que tuviesen sus economías mejor administradas saldrán mejor librados que los que no”, agregó.
Los actores que deben salir
Por último, el Dr. Saúl Sandoval indicó que, la importancia y seriedad del conflicto no radica en el aspecto económico sino en el político. “La pregunta es si Rusia se conformará con esa acción o si seguirán los deseos de recuperar otras regiones aledañas, ¿qué pasaría si decide atacar militarmente a un país perteneciente a la OTAN mostrando el músculo de la amenaza nuclear?
Es por ello que los actores clave en esta incertidumbre es que los diplomáticos internacionales logren eventualmente persuadir a la contraparte rusa de que el mejor camino para resolver conflictos es la negociación especialmente cuando las amenazas y acciones nucleares están latentes.