Para Jesús Ramón López López, lo mejor de la vida son sus hijos; y para Jesús Francisco López Cira, lo son sus padres. Ambos forman parte de Lyl Agro: uno como asesor administrativo contable y otro como encargado de nuevos proyectos. Se sienten afortunados porque desde sus puestos han sacado adelante a la empresa agrícola, pero sobre todo por tenerse el uno al otro, siempre.
Fuente de fuerza e inspiración
“Como un gran ser humano. Un hombre disciplinado y sumamente comprometido con su familia y el trabajo, muy espiritual y de gran sabiduría. Una persona fruto del esfuerzo y la preparación. Es súperinquieto y no se cansa. Sin duda, es una de las personas más felices que conozco. Es mi héroe y mi ejemplo a seguir”, así define Jesús Francisco López Cira al hombre a quien le debe la vida. Por su parte, el empresario Jesús Ramón López López considera que “los hijos son un regalo de Dios. Un hijo cambia y da sentido a tu vida; son tu motivación y el motor que te impulsa para enfrentar todos los desafíos que la vida te presenta, a través de tus hijos entiendes y valoras el amor de tus padres”.
Precisamente don Jesús Ramón reconoce a sus papás como las personas que más influyeron en él, “ya que me enseñaron, más que con palabras, con su ejemplo. En mi madre siempre vi su espíritu de emprendimiento, de esfuerzo , perseverancia, amor al trabajo y superación. De mi padre, su liderazgo, sentido de la amistad, trato y apoyo a la gente”.
Como resultado de ello, don Jesús Ramón López López es una persona con mucho compromiso. Es perfeccionista, dedicado y previsor, lo cual se refleja en que, en tiempos difíciles, el negocio ha podido enfrentar los diversos vaivenes inherentes a la labor agrícola “sin grandes sobresaltos”, subrayó Francisco López Cira, quien añade que de su papá Jesús Ramón ha recibido como mejor herencia “una buena educación, valores, buen ejemplo, valor a la familia, el honrar la palabra y la importancia del esfuerzo para lograr las metas”.
“Mi padre es un hombre disciplinado y sumamente comprometido con
su familia y el trabajo, muy espiritual y de gran sabiduría”
Francisco López Cira
Dos generaciones, una empresa
Como encargado del desarrollo de nuevos proyectos en LyL Agro, Francisco López Cira lo considera como “una gran responsabilidad y compromiso, ya que la meta es diseñar el nuevo rumbo de la empresa y transformar y mejorar lo que se hizo muy bien por muchos años. Son tiempos de retos, pero las bases y el conocimiento están ahí para lograr grandes cosas”.
Sus aportaciones a la empresa se pueden enunciar como el de dar “una nueva visión, así como los primeros pasos en la construcción de un nuevo modelo basado en la innovación y el diseño de un propósito superior que le de un rumbo a la labor y las futuras decisiones que se tomen en la empresa”.
Para don Jesús Ramón López, trabajar junto con su hijo es gratificante y ha dado bastantes resultados, ya que le ha inyectado renovación a los procesos, que se han consolidado con la experiencia que él aporta. “Independientemente del amor que une a padres e hijos y llevar la misma sangre, hay una brecha generacional, y es natural tener diferentes visiones; y qué bueno que así sea, porque en la conciliación de los diferentes puntos de vista se encuentra el equilibrio; equilibrar el ímpetu y empuje que traen las nuevas generaciones con la experiencia y conocimiento que te dan los años, es clave para el éxito de los proyectos que emprendas”.
“Los hijos son un regalo de Dios. Un hijo cambia y da sentido a tu vida; son tu motivación y el motor que te impulsa para enfrentar todos los desafíos que la vida te presenta”
Jesús Ramón López López