Pese a la incertidumbre que generan los nuevos aranceles a vehículos terminados impuestos por Estados Unidos, México mantiene una posición competitiva y estable dentro del mercado automotriz de Norteamérica.
Odracir Barquera Saláis, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), señaló a medios de comunicación que, aunque aún es pronto para dimensionar el impacto total de los aranceles, la industria mexicana mantiene un comportamiento estable y no se ha confirmado la disminución proyectada de un millón de unidades en la región, como lo pronosticaban analistas del sector.
“Este año no necesariamente tendremos crecimiento como el año pasado, pero estaremos en un rango similar. Lo que es claro es que no se ha cumplido el escenario más negativo”, afirmó.
El directivo señaló que México exporta vehículos tanto bajo las reglas del T-MEC como bajo el principio de Nación Más Favorecida (NMF).
En este contexto, los vehículos que no cumplen con el contenido requerido del T-MEC enfrentarán un arancel combinado del 27.5 por ciento (2.5 por ciento por NMF más 25 por ciento automotriz), mientras que los que sí cumplen con el tratado solo estarían sujetos al arancel correspondiente al contenido no estadounidense.
Fortalece la competitividad
Cerca del 85 al 90 por ciento de las exportaciones automotrices mexicanas utilizan el T-MEC, lo que permite mantener la mayor parte del comercio bilateral sin afectaciones severas.
Este cumplimiento coloca a México en una posición favorable frente a otras naciones que enfrentan tarifas más altas por no contar con acuerdos similares. El impacto de los nuevos aranceles no se limita únicamente a los vehículos terminados, sino que podría extenderse a toda la cadena de suministro.
No obstante que el país ha mostrado resiliencia y capacidad de adaptación frente a estos desafíos. Barquera indicó que aún no está claro cuándo las empresas trasladarán los costos adicionales al precio final en Estados Unidos, pero se especula que podría suceder hacia el final del verano.
“Pasar de un esquema sin arancel a uno con aranceles tan altos no es sencillo, pero México tiene la capacidad de adaptarse y seguir siendo competitivo en esta nueva dinámica”, puntualizó.