Como director corporativo de Ventas de Pueblo Bonito Beyond Hospitality, José Rosario Gámez Valle comparte su satisfacción al ser parte de la expansión y consolidación de la marca durante 17 años. Con más de 40 años de experiencia en el sector turístico ha participado en el crecimiento de las operaciones de 8 desarrollos hoteleros de Pueblo Bonito.
El origen de Pueblo Bonito en Mazatlán ha marcado profundamente en su filosofía empresarial y en las estrategias de marketing y ventas. José Rosario Gámez señala que la marca nació en 1988 con su primer hotel, que rápidamente se convirtió en el mejor destino en ese momento. Desde entonces, Pueblo Bonito ha establecido nuevos estándares en la hospitalidad, no solo en Mazatlán, sino también en otros destinos a los que migró, como Los Cabos.
Las estrategias de marketing de Pueblo Bonito se centran en la satisfacción de las necesidades de sus huéspedes, utilizando canales de alto impacto y asegurando un retorno de la inversión exitoso. Como parte de estas estrategias, el director subraya la importancia de aprender de los casos de éxito y establecer vínculos sólidos con los aliados comerciales.
“Vemos cuáles son los casos de éxito y tratamos de replicar las cosas que funcionan. Gran parte de nuestras estrategias están basadas en el servicio, pero también en lograr establecer los lazos adecuados con los aliados comerciales. Y lo más importante es el privilegio de contar con un lugar como Mazatlán, que se convierte en el único destino de playa turístico del país que cuenta con un centro histórico de gran magnitud, que cuenta con cultura, tradición, hermosas playas, impresionante gastronomía, clima y recursos agrícolas de primera mano”
El compromiso de Pueblo Bonito y la filosofía de las “Tres W”, Win the Guest, Win the Employee if that happens the owner will WIN (Que gane el Huésped, que Gane el Colaborador y, si eso sucede, el Propietario Ganará) ha sido la columna vertebral de su éxito. Gámez Valle destaca que, más allá de los edificios y las comodidades, el activo más valioso de la empresa son sus colaboradores. Con más de 5,500 colaboradores en el grupo, Pueblo Bonito se ha convertido en una de las empresas más comprometidas para trabajar en el país. Durante la pandemia, la empresa demostró su compromiso al no despedir a ningún colaborador durante los tres meses en los que los hoteles estuvieron cerrados. Además, la empresa ha implementado una serie de prácticas internas, desde apoyo emocional hasta becas de estudio, demostrando un sentido profundo de responsabilidad hacia sus empleados y la comunidad en general.
Mejores prácticas
La empresa ha mantenido su excelencia y responsabilidad social a través de la capacitación constante de sus colaboradores, el mantenimiento de sus propiedades, el cuidado de la jardinería y la selección rigurosa de los ingredientes utilizados en sus alimentos y bebidas.
El director apunta que Pueblo Bonito cuenta con un enfoque integral en el cuidado del medio ambiente y su prioridad en aprobar las certificaciones nacionales e internacionales en sustentabilidad.
“Nuestro enfoque se basa en contar con sistemas ahorradores de agua y de electricidad, tratando de disminuir la emisión de contaminantes hacia el medio ambiente. Llevamos el reciclado de todo tipo de materiales y residuos con empresas certificadas a nivel nacional e internacional. Contamos con la certificación de Preverisk, con certificaciones de Distintivos H, y fuimos la primera empresa sinaloense en contar con una certificación de industria limpia”
Asimismo, la empresa ha apoyado a proyectos sociales como el campamento tortuguero El Verde Camacho; la asociación Conselva AC para la reforestación y el manejo sostenible del agua; y la Fundación Letty Coppel, que brinda asistencia social y apoyo a la comunidad local. Además, Pueblo Bonito ha establecido alianzas con diversas organizaciones a nivel local e internacional para la investigación y conservación de la vida marina, como el Gran Acuario de Mazatlán Mar de Cortés.