Con nueve años de existencia, el Banco de Ropa y Enseres Domésticos (BRED) de Culiacán lleva ayuda a quien más la necesita en todo el estado.
Alicia Chaurand Salgado, directora de la institución de asistencia privada, cuenta que todos los días reciben donativos por parte de la sociedad civil y de las empresas, a las cuales se les otorga un recibo deducible de impuestos.
“Ya sea que los donadores lo traigan aquí a la institución o que nos llamen cuando son cosas muy pesadas, como salas o recámaras. Tenemos unidades grandes para poder ir a recoger el donativo”, comenta.
Los beneficiarios son atendidos en las instalaciones de la institución de lunes a viernes, de 08:00 a 18:00 horas, y los sábados de 08:00 a 13:00 horas.
El BRED cuenta también con unidades móviles para acercar el apoyo a las personas, indica Chaurand Salgado.
“De esa forma, atendemos la zona centro desde Culiacán y las zonas norte y sur por medio de las unidades móviles. Así, podemos estar trabajando simultáneamente en Rosario, El Fuerte y Culiacán, por ejemplo”, agrega.
Para acceder a la ayuda del Banco de Ropa y Enseres Domésticos, las personas interesadas debe realmente necesitar el apoyo, dice Alicia, lo cual se determina mediante un estudio socioeconómico y, posteriormente, el beneficiario es dado de alta en un sistema de huella.
Siempre preparados
Además de la atención que se brinda en el día a día, el BRED está siempre preparado para apoyar en caso de desastres naturales tanto en Sinaloa como en otros estados.
“Tenemos un stock en la bodega que dice ‘Desastres naturales’ para, si llega a pasar algo, estar listos para llevar el apoyo de inmediato y también instalar un centro de acopio para recolectar todo lo que se requiere en ese tipo de situaciones”, explica la directora.
Alicia Chaurand recalca que la institución acepta todo tipo de ropa y mobiliario: “Recibimos de todo: cuadros, zapatos, muebles, pinturas, ataúdes. Absolutamente de todo, y a todo le damos uso. Muchas veces lo que no le sirve a una persona le puede servir a otra”.
Asegura también que la cultura de la donación ha ido en aumento, al grado de que los donantes entregan la ropa ya limpia, doblada y separada.
“De esta manera nos ahorran mucha chamba, porque clasificar y seleccionar es parte de lo que hacemos aquí”, menciona.