El dólar estadounidense se ha convertido en mucho más que la moneda oficial de Estados Unidos. Su fortaleza, estabilidad y respaldo internacional han hecho que sea ampliamente aceptado en transacciones comerciales y financieras alrededor del mundo.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el dólar se consolidó como moneda de referencia global. Es la divisa en la que se cotizan materias primas como el petróleo, y en la que se realizan la mayoría de reservas internacionales de los países.
Y aunque muchos lo desconocen, hay tres países de América Latina que han dolarizado oficialmente sus economías, lo que significa que el billete verde es la moneda legal en todo su territorio, no solo en el turismo o en mercados informales.
-Panamá
Fue el primer país latinoamericano en adoptar oficialmente el dólar. Lo hizo en 1904, un año después de su separación de Colombia y en medio de la construcción del Canal por parte de Estados Unidos.
Desde entonces, el dólar circula junto con el balboa, una moneda local que solo existe en denominación de monedas y con paridad exacta al dólar. No hay billetes panameños, según la agencia de noticias EFE.
Este modelo le ha permitido al país mantener una inflación baja y una banca competitiva, según el Centro Nacional de Competitividad. También ha facilitado el comercio internacional y la atracción de inversión extranjera.
-Ecuador
Tras una grave crisis financiera, Ecuador decidió eliminar el sucre y adoptar el dólar como moneda oficial en el año 2000.
La hiperinflación y el colapso bancario dejaron al país sin muchas opciones. Según datos del Banco Central de Ecuador, la inflación anual pasó de 36.4 por ciento en los años previos a la dolarización, a 4.5 por ciento entre 2001 y 2019.
Hoy, el país se mantiene dolarizado pese a los cambios de gobierno y los altibajos económicos. Para los viajeros, esto ha representado una ventaja clara: no hay necesidad de cambiar divisas al llegar.
-El Salvador
El Salvador completó su transición al dólar el 1 de enero de 2001, sustituyendo al colón salvadoreño. Al principio convivieron ambas monedas, pero en poco tiempo el colón desapareció del uso cotidiano.
Aunque no hubo un consenso técnico, la medida fue más política que económica, según explicó el economista Ricardo Castaneda a la agencia EFE. Uno de los principales beneficios ha sido el control de la inflación, aunque ha limitado las herramientas del país para estimular su crecimiento.
A diferencia de Ecuador, El Salvador ha complementado su modelo con políticas como la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, algo que ha generado debates globales.
Recuperar confianza
En general, los países optan por el dólar para recuperar confianza, estabilizar sus economías y facilitar los vínculos comerciales. Es una medida drástica que implica renunciar a la política monetaria independiente.
No obstante, la dolarización implica desafíos: no se puede devaluar la moneda para estimular exportaciones, y los gobiernos pierden la posibilidad de emitir su propio dinero en momentos de crisis.
Hay países como Venezuela y Cuba que, aunque no están oficialmente dolarizados, viven procesos de dolarización informal debido a la pérdida de valor de sus monedas locales. En estos países, el dólar se usa en tiendas, alquileres y transacciones cotidianas.
En Perú, Uruguay y Paraguay, el dólar convive con sus monedas locales. En Uruguay, por ejemplo, el 74 por ciento de los depósitos bancarios están en dólares, según Moody’s.
Sin embargo, sus bancos centrales siguen operando con autonomía.