Constructores que integran las 44 delegaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) conformaron un banco de 650 necesidades de obra prioritarias en todo el territorio nacional, las cuales requieren una inversión cercana a los dos billones de pesos.
En el marco del Consejo Directivo Nacional de CMIC realizado en Guadalajara a principios de octubre, su presidente, Luis Méndez Jaled, explicó que la infraestructura es un derecho humano, por lo que demandó triplicar el presupuesto federal destinado a obra pública.
“Nosotros planteamos que se necesitan dos billones de pesos; es decir, un poco más del triple de lo que se dio en el presupuesto para este año que fue de 600,000 millones de pesos, 27% menos que en el año 2023 y esto nos pone al final del día en un crecimiento tal vez del 1%, hablando en promedio del sexenio”
Tras reconocer la dificultad de financiar la infraestructura del país exclusivamente con recursos públicos, insistió en la necesidad de promover esquemas de inversión en los que participe el capital privado.
“Reconocemos que, ante las restricciones financieras y un gasto creciente en pensiones, en programas sociales y servicio de la deuda, no hay presupuesto público que alcance para atender tantas necesidades de obra. Por eso hemos insistido en promover proyectos con inversiones mixtas público-privadas y esquemas de ingeniería financiera que permitan aprovechar los activos de infraestructura de una manera eficiente como por ejemplo, mediante el llamado desdoblamiento de concesiones”
Por este motivo estarán muy atentos a la presentación del Presupuesto de Egresos de la Federación el día 15 de noviembre. En México se está invirtiendo aproximadamente el 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) en infraestructura, mientras que en países desarrollados se invierte del 5 al 6% e incluso, algunas naciones como Singapur, invierte hasta el 9% de su PIB.
De las 650 necesidades de obra que incluye el diagnóstico elaborado por ese organismo, prácticamente la mitad tiene que ver con carreteras, dado que es una infraestructura necesaria tanto para elevar la calidad de vida de la población como para permitir el desarrollo económico y aprovechar el fenómeno de la relocalización de empresas denominado nearshoring.
“El detonar los polos de desarrollo de una manera integral será muy importante; no solo hablamos de calidad de vida que es lo más crucial, dado que la infraestructura es un derecho humano, sino de fenómenos que se acercan como el nearshoring”
Por las carreteras de México se mueven aproximadamente 600 millones de toneladas de mercancías, mientras que por instalaciones portuarias se tienen 300 millones y por ferrocarril 150 millones de toneladas.