Aún en proceso de convertirse en una médico especializada en otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello, Irene del Carmen Arellano Rodríguez ha llegado a donde está, gracias a su constancia y dedicación. Su lema “Confía en ti mismo”.
¿Cómo describe su profesión?
Una profesión dedicada a la salud de las personas, con enfoque en el diagnóstico y tratamiento de las diferentes enfermedades que afectan al ser humano. Se diferencia de otras profesiones de la misma área en que los médicos se encargan de comprender los procesos biológicos y metabólicos del hombre para tratar sus diferentes patologías. En cambio, otras profesiones hacen lo mismo pero enfocado a otras especies.
¿Qué cree que hace falta en su campo de trabajo, considerando que se desarrolla en el sector público?
Más presupuesto monetario y menos personal humano. Existe un déficit en el instrumental quirúrgico y aparatos auxiliares de diagnóstico y tratamiento, en cambio hay bastante personal de enfermería.
¿Qué le gusta más de ser médico?
La ORL es una especialidad que abarca un entorno tanto clínico como quirúrgico por lo que te permite participar activamente en consultorio y quirófano con intervenciones quirúrgicas muy finas y entretenidas que ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente.
Anécdota
En su primera semana de la residencia de otorrino le llegaron muchas urgencias de cuerpos extraños en oídos o nariz tanto de adultos y niños. Los cuales resultaban ser insectos como cucarachas, hormigas y polillas unos vivos y otros muertos, lo que le dio a la doctora entre miedo (tiene fobia a los insectos) y risa, pero le dejó la lección de que en su carrera todavía vendrán más retos que superar.