A más de un año de la pandemia y todavía en batalla se ha vivido una transformación en la perspectiva de la población hacia la salud y, por tanto, en las formas de prestación de esta a escala mundial, sin dejar de lado la prioridad única de la medicina, una atención de alta calidad centrada en el usuario.
En México, antes del COVID-19, la telemedicina no era una alternativa relevante para las personas debido a la poca exploración en el campo. Pero luego de las emergencias sanitarias y la cuarentena, esta solución tecnológica dio un salto, y luego de un año de atención por parte de más personas, intentó convertirse en una opción para cerrar la brecha en la cobertura de salud.
Asistencia a distancia
La medicina vive un cambio de paradigma. Las cuarentenas dispararon las consultas virtuales en todo el mundo. La relación médico-paciente explora nuevos horizontes y, es probable, nunca vuelva a ser la misma.
Desde hace muchos años en países avanzados y con lugares distantes o remotos de centros de atención medica se ha utilizado las consultas a distancia, simplemente se generalizo su uso durante la contingencia, explica el doctor Carlos Arturo Ramírez Rodríguez, director médico del Hospital San Diego de Alcalá, ubicado en Hermosillo, Sonora. “No tengo datos estadísticos para poder determinar la efectividad del tratamiento y la respuesta al mismo, pero en general considero que esta es una situación viable mientras no podamos controlar la pandemia”, comenta.
“Se ha abierto la posibilidad para los pacientes de atención médica a distancia y para los médicos que este tipo de atención sea remunerada”, confirma el doctor Jesús Francisco Madrid, director médico de Paliavida.
Madrid Beltrán comparte que la teleconsulta también es una oportunidad de formación y prestación de servicio para Paliavida, que le ha permitido afrontar el distanciamiento social y recurrir a esta estrategia para proteger al al paciente y su familia y al personal del riesgo del contagio, sin descuidar la atención, incluso desde cualquier lugar. Tomar en cuenta que esta crisis sería el impulso definitivo para la telemedicina en el mundo.
Lo anterior implicaría también un reto para la asistencia hospitalaria, “ya que será necesario tanto para el personal como para el paciente acostumbrarnos a una atención más distante, más fría, tal vez, en la medida de protección bilateral y lograr que la familia de nuestros pacientes sea limitada en los acompañamientos”.
Candor humano, irremplazable
Tras la crisis sanitaria, la asistencia en salud realiza un llamado hacia la humanización y ofrecer servicios de mayor calidad, incluso en la distancia.
El doctor Lorben López Rodríguez, oncólogo clínico del Centro de Oncología Personalizada (COP) de Culiacán, reafirma que la consulta médica es algo difícil de reemplazar con tecnología, pero si abrió la posibilidad de dar seguimiento a los pacientes. “El candor humano, es indispensable para dar las noticias a los pacientes. Es algo que la tecnología no puede reemplazar”.
La ginecóloga Olivia Pérez Bojórquez, especialista en cáncer de mama del COP, comparte que en su experiencia la telemedicina no fue. “Sí ayudo en seguimiento, consultas y conferencias, pero era difícil”, explica.
En el campo de la psiquiatría, la mayoría de los procesos terapéuticos se llevan a cabo de manera presencial y son muchas las ventajas que ofrece frente a otros tipos de intervenciones.
Un aspecto fundamental en la terapia son las señales y símbolos que, ineludiblemente, aparecen acerca de la propia comunicación entre terapeuta y paciente. “Si bien es importante escuchar lo que el paciente dice en su discurso, otra vía de comunicación es la no verbal”, explica la doctora Alma Leticia Pantoja Cárdenas, jefa del departamento de psicología del Hospital Pediátrico de Sinaloa.
Explica que la psicoterapia se compone de un tipo especial de vínculo o relación de ayuda donde el paciente puede transmitir su problemática a un terapeuta con capacidad para responder de forma empática comenzando, de esta forma, la relación terapéutica.
Este tipo de información tan solo puede ser recabada en su totalidad a través de la terapia presencial podrá aportar mayor cercanía y calidez al proceso terapéutico.
Pese a la creencia de que no existe un lugar más seguro que el hogar. En términos terapéuticos no ocurre de este modo. El hogar podría resultar un refugio disfuncional en los casos en los que el paciente muestre grandes sentimientos, depresión, agorafobia, miedo a establecer relaciones con otros, etc. En segundo lugar, por las disrupciones que pueden acaecer en casa e incluso por la presencia de otras personas que impidan la total libertad de expresión.
Por otro lado, a nivel más inconsciente, se crea seguridad a nivel psíquico y psicológico cuando el paciente acude siempre al mismo sitio, a la misma hora, el mismo día de la semana, con el mismo mobiliario en el despacho, el mismo olor. Este control de los aspectos ambientales por parte del terapeuta (música de fondo, iluminación, temperatura, entre otros) contribuye a la seguridad que llega a sentir el paciente. Conocerse mutuamente de manera física, saber cómo es la otra persona ayuda a que las sesiones sean más exitosas, comenta Pantoja Cárdenas.
Salto tecnológico
Hemos sido testigos que el Covid -19 ha estimulado el uso de las nuevas tecnologías por parte de los profesionales a niveles nunca vistos. Se han puesto de manifiesto oportunidades para ofrecer una asistencia de calidad mientras se mantiene la distancia social.
“Lo que íbamos a avanzar en los próximos 10 años, la crisi sanitaria obligó al mercado a hacerlo en uno”, considera Jesús Hernández Rubio, director general de Bisoft, empresa dedicada a brindar consultoría, asesoría, venta y desarrollo de sistemas de información.
El especialista apunta que pese a las limitantes que presenta este sistema, presenta oportunidades para que las atención médica sea mucho más efectiva. “Falta mucho camino por recorrer pero creo que con este tipo de soluciones se podrán tener centro de consulta integral en donde se tenga acceso a especialistas de gran relevancia de forma remota asistiéndonos en la consulta y compartiendo su experiencia con el médico general para poder tener una mejor atención del paciente y en la detección oportuna de enfermedades”