En 1987, los ensenadenses Rogelio Sánchez del Palacio y Antonio Luis Escalante Domínguez, apasionados por el vino, iniciaron un proyecto que culminó en 2001 con la primera cosecha comercial. Durante los primeros años, los vinos de Roganto se elaboraron en bodegas ajenas hasta que en 2006 se establecieron en su propia bodega en Ensenada, en el kilómetro 114 de la Carretera Transpeninsular.
En 2017, la bodega se trasladó al Valle de Guadalupe, inaugurando una nueva nave agroindustrial, lo que permitió un incremento en la producción a 15,000 cajas anuales.
Esta mudanza le dio a Roganto una mayor presencia en el valle, con instalaciones más amplias que incluyen salas de barricas, fermentación, laboratorio, producto terminado y degustación.
En sus inicios, los sommeliers solían decir: “Roganto es como el diablo. Todo el mundo habla de él, pero nadie lo ha visto.” Esta frase contribuyó a crear una leyenda sobre sus vinos. Comenzando en 2001 con dos etiquetas y 125 cajas, en 2024 la vinícola cuenta con 21 etiquetas y una capacidad de producción de hasta 30,000 cajas anuales. Sus vinos se distribuyen en todo México, desde Baja California hasta Yucatán, y se exportan a Estados Unidos.
Tramonte es un vino de cuerpo medio a completo, presenta un rojo oscuro de intenso granate, al olfato ofrece notas como vainilla, clavo, pimiento y cereza negra. Se producen en sinfonía de barricas por 22 meses.
- 2 etiquetas y 125 cajas en 2001
- 21 etiquetas y producción de 30 mil cajas anuales en 2024.