El turismo de romance en la región ha mostrado un crecimiento constante por la diversidad de escenarios naturales, la cercanía con Estados Unidos y la preferencia por bodas personalizadas.
Según la Asociación de Profesionales en Bodas y Reuniones de Destino de Baja California (Apbrbc), el aumento se refleja tanto en la demanda nacional como internacional.
De esta forma, el turismo de romance reúne en la entidad hasta 142 mil visitantes al año por eventos de bodas y de romances, con una derrama económica que supera los 700 millones de pesos.
Aunque el mercado mexicano, con hasta un 90 por ciento de participación, es el que más busca eventos para celebrar su unión y el amor, también estadounidenses y extranjeros buscan organizar actividades en la entidad.
De acuerdo a la asociación, en promedio, se celebran alrededor de 900 bodas anuales, aunque la cifra podría ser mucho mayor debido a la participación de numerosos organizadores independientes no contemplados.
“Por cuestión de clima, lo ideal es de abril a octubre, aunque se ha ampliado empezar en marzo y terminar en noviembre, en promedio como unas 900 bodas entre los afiliados, pero pueden ser muchísimas más”, señaló a medios de comunicación Guadalupe Cordero, presidenta de Apbrbc.
El perfil de las parejas también ha cambiado, ya que hoy se casan a edades más avanzadas, muchas veces después de vivir juntos o formar una vida estable.
Esto ha generado una demanda más consciente y selectiva en los servicios de bodas de destino.
“Lo que hemos visto es que son bodas en promedio donde, por ejemplo, la novia de 28 años y el novio como de 33, las generaciones nuevas viajan, se preparan, terminan sus maestrías o doctorados, viajan y finalmente se casan”, destacó.
El tipo de boda más frecuente son las “bodas petite” de entre 80 y 120 invitados, que aunque más pequeñas, permite a las parejas invertir en servicios y detalles exclusivos.
Entre los espacios preferidos destacan viñedos, acantilados, playas, cabañas, jardines y terrazas, lo que convierte a Baja California en un destino único que ofrece experiencias completamente distintas, aseguró.
Inyección económica
El turismo de romance aporta una importante inyección económica al país, estimándose una derrama de más de 8,000 millones de dólares anuales para el sector de bodas destino en México.
Cada boda o evento de romance impulsa a múltiples sectores: hoteles, restaurantes, empresas de transporte, floristerías, fotógrafos, organizadores de eventos y proveedores de servicios de catering.
Las bodas destino aumentan la ocupación de hoteles y el gasto promedio de los visitantes, ya que tanto las parejas como sus invitados suelen pernoctar y contratar servicios adicionales.
Además, impulsan la creación de empleos y fomenta la diversificación de la economía local, especialmente en comunidades rurales o de menor tamaño, al atraer turismo y hospedaje alternativo como cabañas y hoteles boutique.












