La siguiente pregunta ha sido analizada por economistas durante generaciones: ¿Qué pasa con el desempleo cuando se incrementa el salario mínimo? Por una parte, se puede discernir que si el salario es menor, las empresas tendrán más recursos para contratar trabajadores. También se puede especular si es mejor elevar el salario para que los trabajadores tengan más dinero para gastar, aumentar el consumo y con ello el crecimiento de los negocios, que impulsaría el empleo y se convertiría en un círculo virtuoso. Este año, los ganadores del Premio Nobel de Economía 2021 mostraron cómo responder a esta pregunta, y lo hicieron analizando el mundo real.
El Premio Nobel de Economía 2021, galardonó a David Card, Joshua Angrist y a Guido Imbens por sus investigaciones empíricas. Han demostrado que los experimentos naturales se pueden utilizar para responder preguntas centrales para la sociedad, sobre cómo los salarios mínimos y la inmigración afectan el mercado laboral.
En particular, el trabajo de David Card es el que ha causado más comentarios pues, a decir de muchos, ha demostrado que el incremento del salario mínimo no afecta el empleo ni la creación del mismo.
Nacido en Guelph, Canadá en 1956, David Card estudio en la Universidad de Berkeley, California, y obtuvo un doctorado de la Universidad de Princeton, Estados Unidos en 1983.
En análisis pioneros realizados a principios de la década de 1990, algunos con su fallecido colega Allan Krueger, Card se ocupó de temas clave en la economía laboral usando situaciones que partían de la vida real pero que recordaban a experimentos aleatorios.
Al contrario de lo que indicaban estudios anteriores, Card demostró que un aumento en el sueldo mínimo no tenía efectos negativos destacados en el empleo, bien porque las compañías podían transferir los mayores costes a los consumidores mediante una subida de precios, o porque la subida podría atraer a más gente.
La masiva llegada de emigrantes cubanos a Miami en la década de 1980 fue la base de otro análisis de Card sobre cómo la inmigración afectaba al mercado laboral, comparando la evolución de salarios y del empleo en esa localidad y en otras cuatro similares.
Su conclusión fue que, a pesar del notable aumento de fuerza de trabajo, no se produjeron efectos negativos en los habitantes de Miami con bajos niveles de educación: ni los salarios bajaron ni el paro aumentó en comparación con otras ciudades.
Card ha realizado también importantes contribuciones sobre el impacto de los recursos de las escuelas en el futuro éxito de los estudiantes en el mercado laboral, demostrando que los resultados mejoraban en función de la densidad de profesores.
La Real Academia Sueca de Ciencias resalta que el trabajo de David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens “han proporcionado nuevos conocimientos sobre el mercado laboral y han mostrado qué conclusiones sobre causa y efecto se pueden extraer de experimentos naturales. Su enfoque se ha extendido a otros campos y revolucionado la investigación empírica”.