Nuestro modo de vida cambió, de un día a otro se detuvo. El ritmo acelerado al que nos acostumbramos que vivíamos se volvió lento, pausado, al punto de llegar a paralizarse. Las ciudades ruidosas, llenas de personas, comercios, se quedaron mudas. En este momento lo que parecía importante tiende a la irrelevancia; aquella tarea que no hiciste, aquel lugar al que no fuiste, las cosas que no descubriste quedaron en el ayer; el hoy nos invita a extremar precauciones y mantenernos en la seguridad de nuestro hogar, y el futuro se pinta incierto y con notas de aridez.
Al tiempo que la raza humana paró, la naturaleza tomó protagonismo. La pandemia nos orilló a gastar aún más tiempo en redes sociales, se volvió ahora sí, nuestro principal y único medio de comunicarnos con el exterior de casa; y justamente en las redes sociales es que podemos observar como un oso camina libremente por las calles de un vecindario en Monterrey; o las playas de Mazatlán se llenan de aves en vez de humanos; o como el agua de los Canales de Venecia se muestra transparente y por ella corren peces con mayor abundancia.
Nuestra constante invasión a la naturaleza ha ocasionado que esta sin pensarlo se vuelque en nuestra contra; años pasados el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señaló que 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son de origen animal y se relacionan con el deterioro de los ecosistemas, por ejemplo, el ébola, la gripe aviar, la gripe por el virus H1N1, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), el virus del Zika.
Durante esta pandemia, los invitamos a reflexionar por qué las actividades humanas han ocasionan alteraciones importantes en el medio ambiente, han modificado las estructuras de la población de vida silvestre y han diezmado la biodiversidad; además, te sugerimos la acción para proteger tú medio ambiente, la naturaleza que te rodea.
Los expertos dicen que el coronavirus llegó para quedarse, sin embargo, el coronavirus llegó para enseñarnos lo desprotegidos que nos encontramos y el daño que le estamos causando al planeta. Pero no todo se pinta opaco, también nos ha hecho aprender a ser solidarios, a ser fuertes, a valorar las personas y las cosas que nos rodean, a pensar en ti para cuidar al otro.
Sucede te envía fuerza a distancia, te manda un abrazo virtual, el equipo que colabora en Sucede te dice que esto va a pasar, nos vamos a recuperar, y será juntos como lograremos enfrentar, vencer y superar la actual pandemia.