Con Miguel Angel Figueroa Salcido tiene tres hijos. Beatriz Adriana, Miguel Angel e Ivette conforman su familia junto a su esposa María del Carmen Gallegos Gardner, pero para el empresario sonorense el negocio es como otro vástago. “No lo puedes dejar, no hay que descapitalizarlo y estarle metiendo” explica.
Figueroa Salcido comparte el gusto por los negocios con su hijo Miguel Ángel, quien ahora dirige los comercios que conforman el legado de la familia. “Su vida siempre ha girado en ayudar a los demás, en hacer feliz a mucha gente”, explica Figueroa Gallegos al pedirle definir a su padre, Don Miguel Ángel.
¿Qué es lo mejor de ser padre?
Mi Familia
¿Qué persona de su familia ha sido
la que más le ha enseñado de la vida?
Mi padre y mi hijo Magalo.
Al inicio de su negocio, Como aprendió a establecer prioridades, en específico a equilibrar familia-trabajo?
El negocio es muy sensible y lo veo como un hijo, no lo puedes dejar, no hay que descapitalizarlo y estarle metiendo.
¿Cómo ha sido compartir su viaje
del emprendimiento con sus hijos?
Estar al día en atención, surtirlo buscando que es lo que quiere la gente y resurtir, lo peor de un negocio el “no hay”
¿Cómo se organizó para que su familia
fuera empresaria y su empresa familiar?
El que se me pegó para ser comerciante fue mi hijo, él tenia 16 años y se quedó.
¿Qué legado familiar le deja a las futuras generaciones?
Mi vida ha sido de mucha constancia y una de las cosas que más me alegran es hacer la filantropía. Tengo una huella de la filantropía junto con mi familia.
Los Figueroa, ejemplo de trabajo en familia
Mi padre. Así respondía Miguel Ángel Figueroa Gallegos cuando le preguntaban por su superhéroe favorito. Tras 30 años trabajando juntos, confirma su respuesta. No escatima halagos hacia su también mentor, quien además le entregó su secreto para triunfar en el mundo empresarial: Constancia, dedicación y esfuerzo.
¿Cómo defines el trabajo de tu padre?
Mi papá en el trabajo es una persona que se ha sabido ganar el respeto y cariño de todos nuestros colaboradores, que es algo muy difícil pero él lo hace muy bien, es ser jefe y amigo a la vez, es exigente pero tiene mucha tolerancia, es muy constante y rara vez, pero rarísima vez, falta un día.
Disfruta mucho lo que hace, se adelanta a las cosas para que no se haga un problema, sabe perfectamente que le duele a cada negocio y no deja que se lastime. Es una persona de empresa nata, que supo enfrentar muchos obstáculos y adaptarse a tanta evolución comercial y hoy en día las empresas son lo que son, con más de 50 años algunas.
Cuando estabas escogiendo la profesión que querías estudiar, ¿qué te aconsejaba tu padre?
Yo desde pequeño, creo que desde los ocho años, me gustaba irme a trabajar en las vacaciones. Recuerdo que en las de diciembre laboraba tres semanas y con el dinero que me pagaban les compraba regalos a todos. Era una satisfacción muy grande para mi.
Desde ahí me enamoré de todo lo que es el comercio. Me encantaba atender a la gente, acomodar, recuerdo el aroma de las bodegas, de los productos y así fui creciendo hasta que llegó el momento de hablar con mis padres, recuerdo que tenía 16 años estaba en segundo de prepa en el Regis y les dije que sabía muy bien lo que tenía que hacer y que quería dedicarle el 100% de mi tiempo al comercio y dejar la escuela. Fue algo muy duro para mi madre, sé que le dolió mucho, pero ella, toda ella es un amor. Recuerdo su mirada y me dijo, estás seguro de eso hijo, ¿sabes de la responsabilidad que conlleva esa decisión? Sí, le contesté. Te apoyo porque te he visto desde chico y sé perfectamente lo que quieres.
Con mi padre fue distinto, el siempre de alguna manera me estuvo preparando para este momento, creo que a él le dio mucha felicidad mi decisión.
¿Fue difícil ingresar a trabajar bajo la dirección de tu padre y qué expectativas tenia?
Yo creo que siempre será difícil, mas que difícil complicado encontrar la forma exacta de trabajar entre padre e hijo. Al principio yo era una esponja que absorbía todos los consejos y manera de trabajar de mi padre, de la mano siguiéndolo siempre. Pasan los años y te sientes listo, aunque probable no lo estés aun. Empiezas a tomar decisiones y sé que mi padre solo me dejaba y confiaba en ellas también y cuando él sabia que a lo mejor no era la correcta me dejaba aprender, cosa que ya no es así, ahora si me regaña. Pasan los años y cada vez tomé más el control y no es nada fácil, pero cuando encuentras la forma de caminar después de tantos años trabajando juntos es muy padre.
¿Qué significa para ti trabajar en el patrimonio familiar?
Trabajar el Patrimonio Familiar es una responsabilidad muy grande. El ejemplo de mi padre y madre me fortalecen mucho y me hacen ser mejor, quiero darles el mismo ejemplo a mis hijos. Quiero que mi familia valore y respete el esfuerzo de tantos años, desde mi abuelo, mi padre y el mío. Mi abuelo Miguel, mi segundo padre, fue mi otro gran ejemplo y aprendí mucho de él . Sembró gran parte de lo que mi padre y yo somos, me siento una persona muy afortunada de haberlos tenido.
¿Cuáles son las aportaciones que ha brindado a la empresa?
Mis aportaciones, híjole, no me gusta hablar de mí, la verdad no se me da, solo te puedo decir que tengo 30 años en esto, donde los primeros casi 20 trabajando de lunes a domingo poniendo mi granito de arena en la adaptación de los nuevos tiempos, necesidades actuales, incrementando nuestros giros comerciales, implementación de nuevos sistemas administrativos, no sé son muchos detalles, pero el mas difícil y que quisiera agradecer es la paciencia de mi esposa, porque ser comerciante te absorbe mucho tiempo y es indispensable el apoyo de tu esposa lo cual valoro mucho, es un trabajo en equipo.