Cuántas veces nos hemos preguntado por qué la cerveza artesanal es tan cara. La respuesta es: impuestos. Si bien es cierto que la primera ciudad en gestionar un permiso municipal para la producción y venta de cerveza artesanal fue Tijuana. También es importante subrayar que esta oficialidad no fue un gran paso y es que desafortunadamente trajo consigo el 16 por ciento de IVA y el 26.5 por ciento extra de IEPS. Lo cual evita que los pequeños productores puedan competir en un sistema de monopolio.
Es decir, cómo puede alguien competir con su cerveza si gasta 20 pesos en la producción frente una marca que tiene costos por debajo de los seis pesos. Y esa es la razón por la que la cerveza artesanal es cara. No se puede competir así.
Lo anterior ha sido compartido por el ingeniero Raúl Aispuro Funes propietario de la Productora de Bebidas Artesanales de la Baja, quien al ver este panorama tan desolador tuvo la osadía de diversificarse y abrir no solo la cervecería Funes sino también la Beer and Wine Hobby Shop para que muchos como él, inmersos en esta apasionante producción pudieran comprar en México materia de primera calidad para producir cerveza artesanal.
Si quieres un buen vino necesitas un buen agricultor si quieres una buena cerveza necesitas un buen ingeniero. Su vida como productor de cerveza comienza hace seis años y hace poco obtuvo medalla de oro en el Beer Fest y plata en el Slow Beer Contest en Ensenada gracias a su Imperial Mexicana, una estilo belga mexicanizada con nueve grados de alcohol. Esta peculiar bebida lleva dentro de sus ingredientes maíz azul, Jamaica y piloncillo. De ella se producen 800 litros al año. Bendita entre todas las cervezas.
Un dato curioso es que Beer and Wine Hobby Shop (inaugurada el 2 de mayo de 2012) comenzó vendiendo cerca de media tonelada de malta en la ciudad. Actualmente se comercializan cerca de 20 toneladas al mes así como 150 kilos de lúpulo.
“La calidad de la cerveza en Baja California es superior a la del resto del país porque se compite con los de San Diego. El contacto que tenemos con muchos cerveceros de California ya son ingenieros químicos dedicados a esto, así que nos dan sus observaciones, tomas nota y corriges; un conocimiento que se ha ido compartiendo de manera casual, en la barra, entre colegas”, finaliza Funes .