La situación del campo sinaloense atraviesa un momento crítico, lleno de incertidumbres, pero también de oportunidades que pueden cambiar la historia de la agricultura en la región asegura Roberto Bazúa Campaña, tesorero suplente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC).
Bazúa Campaña, quien ha sido parte activa del consejo desde 2000, expresó su profundo compromiso con la organización y el sector, destacando la importancia de trabajar unidos para enfrentar los retos del campo. “Ser propuesto para la presidencia de la AARC me llena de orgullo. Estoy listo para asumir el reto y continuar con la labor que venimos realizando”, comentó el ingeniero, quien ha dedicado su carrera a mejorar las condiciones de los agricultores del Río Culiacán.
Panorama actual
El precio del maíz, uno de los cultivos más importantes de la región, se ha visto afectado por la volatilidad de los mercados internacionales, lo que complica aún más la situación. A esto se suma el creciente costo de los insumos, un factor que ha impactado gravemente en los márgenes de ganancia de los productores.
“Además de la incertidumbre de los precios, la escasez de agua es un factor crítico. No hay suficiente agua para sembrar los granos que necesitamos, lo que agrava aún más la situación”
explicó, refiriéndose a la falta de agua en las presas, uno de los principales problemas que afecta a la agricultura en la entidad.
En este contexto, los agricultores se han visto obligados a adaptarse y buscar soluciones innovadoras. Bazúa Campaña destacó que algunos productores están recurriendo a técnicas alternativas de fertilización, utilizando productos más económicos y menos impactantes, como fertilizantes biológicos y orgánicos. Esta estrategia no solo ayuda a reducir costos, sino que también contribuye a un manejo más sostenible de los cultivos. Sin embargo, aclaró que no es suficiente con solo adoptar nuevas prácticas, ya que la comercialización sigue siendo un desafío.
“Los precios que pagan las empresas privadas por los cultivos no siempre cubren los costos de producción.”
En cuanto a la gestión financiera del sector agrícola, expresó que, se han realizado esfuerzos importantes desde la AARC para garantizar el flujo de apoyo necesario para los agricultores. El sector agrícola se enfrenta a un desafío constante con el acceso a financiamiento adecuado, que permite a los productores sostenerse y, eventualmente crecer.
Modernización del sector
Para Bazúa Campaña, uno de los pilares fundamentales para asegurar el futuro del campo sinaloense es la modernización de la infraestructura agrícola, especialmente en el manejo y uso eficiente del agua. En este sentido, enfatizó la necesidad de actualizar los sistemas de riego, modernizando los canales y utilizando tecnologías que permitan monitorear el uso del agua de manera más eficiente.
“Hoy en día existen tecnologías digitales que nos permiten saber exactamente cuándo un cultivo necesita agua y cuándo ya ha recibido suficiente.”
El ingeniero también subrayó la importancia de la transición hacia fertilizantes más ecológicos y sostenibles.
“Existen alternativas más orgánicas y biológicas que pueden ayudar a reducir la dependencia de insumos químicos”
Para Bazúa Campaña, el camino hacia un campo más competitivo y rentable pasa por la adopción de prácticas más sostenibles que benefician tanto al medio ambiente como a la agricultura.
Una mirada al 2025
Aunque 2024 fue un año complicado para muchos agricultores, Bazúa mantiene la esperanza de que el futuro traerá mejores condiciones.
“La agricultura es un ciclo, no todos los años son iguales. Siempre hay altibajos, pero con la correcta gestión de los recursos y el apoyo mutuo, el campo tiene la capacidad de recuperarse”
El mensaje final de Bazúa Campaña para los agricultores de la región fue claro, la resiliencia es la clave.
“A pesar de los retos, debemos seguir adelante. No podemos permitir que un mal año nos detenga. El campo sinaloense tiene un gran potencial, y estoy convencido de que estaremos mejor”
Con la mirada puesta en el futuro, Roberto Bazúa Campaña está listo para asumir el liderazgo de la AARC, con la misión de seguir luchando por un campo más competitivo, moderno y sostenible. La visión de Bazúa, basada en la colaboración entre agricultores, autoridades y empresas privadas, podría ser el motor que impulse a Sinaloa.