En tiempos de distanciamiento social, el Museo de Arte de Sinaloa invita a conocer de cerca y adentrarse en los relatos que las piezas de la Colección ISIC – MASIN narran al espectador. En medio de una situación que nos invita a guardar la calma y fluir con las medidas de la “nueva normalidad”, se busca generar reflexiones a partir del arte. En este recorrido, hemos seleccionado dos piezas de la llamada “generación de la ruptura”, un momento histórico en nuestro país, dónde figuras como Vicente Rojo y Vlady contemplaron las limitaciones como fuente de inspiración, siendo catalizadores de nuevas maneras de producción artística nacional, en una antesala que forjó las bases del arte que hoy conocemos como contemporáneo o posmoderno.
Para estos artistas, como tantos otros a lo largo de la historia del arte, profundizar en el lenguaje, ha sido el eje central de su producción. En el caso del artista Vicente Rojo, mas que una noción en contra o de resistencia, vislumbró una oportunidad única en la generación de la ruptura, adquiriendo la libertad necesaria para explorar con su discurso plástico nuevas manifestaciones visuales, cualidad que se observa en uno de sus primeros seriales o cuerpos de obra: Señales. Un estudio de representación geométrica, que analiza de manera poética el sentido de las formas, donde el artista buscó representar las contradicciones y las pasiones humanas en materia de estructuras, conceptos y paradigmas. En la obra “Señal no. 2”, de 1970, podemos apreciar una composición que juega con el orden, se fluye desde el corazón del lienzo en tonos cálidos, a contrastarlos con tonos sombríos. Una armonía acompañada de formas básicas, mismas que se posicionan dentro y fuera del espacio, en una especie de alusión a la
arquitectura prehispánica.
En la obra “Hamlet, homenaje a Chopin”, de Vladímir Víktorovich Kibálchich Rusakov, mejor conocido como Vlady, encontramos también la exploración y representación de temáticas universales. Quien fuera una de las figuras más importantes de la ruptura, llevando a cabo importantes murales en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada y quien, por muchos años, engalanó el plafón del techo del Museo de Arte de Sinaloa, realizó una interesante reinterpretación de la composición de Chopin “Nocturno Op.15 nº 3”, quien a su vez, se inspiraría en la obra literaria de William Shakespeare “Hamlet”. En esta pieza del artista de ascendencia belga – rusa y nacionalizado mexicano, se integran los lenguajes de la música, la literatura y la pintura, manifestándose en una narrativa que habla de la pasión, la tragedia y las tinieblas. Es a través del color y el matiz de las formas, que el artista da vida a toda una dialéctica. Esta pieza de gran formato, es una especie de ventana que nos adentra a uno de los episodios más difíciles del artista, el cual recae en la pérdida de su padre. Así como en la novela de Hamlet, en dónde la figura patriarcal es el diálogo interno que rige las decisiones más importantes de su protagonista, para Vlady la estrecha relación con su padre fue el detonador de su personalidad como artista, sus ideas revolucionarias, su controvertido temperamento y su gusto por la literatura universal. En su intervención por ambas caras del lienzo, se ven representados varios de los aspectos más fundamentales de la novela y de las emociones humanas, en donde el artista pareciera querer enfatizar la doble cara que prevalece tanto en los personajes, como en la moral de la sociedad. Esta peculiar característica, es la que humaniza la obra de Vlady, que sin duda al igual que Hamlet, desata la intriga en quien la observa.
Como dato curioso, ambos artistas extranjeros llegaron a México, en medio de conflictos políticos de sus respectivos países, para Vicente Rojo fue la Guerra Civil Española, mientras que para Vlady fue la persecución emprendida por el régimen totalitario de Stalin en la Unión Soviética. Ambas piezas confluyen actualmente en la Sala de Arte Contemporáneo y Proyectos Especiales del museo, como parte de la vigente exposición “Ecos de la ruptura: Arte mexicano del siglo XX”. Esperamos que con estas breves descripciones, sobre el arte que alberga la Colección ISIC – MASIN, despertemos la curiosidad de los lectores e incentivemos la reflexión en tiempos de cuarentena.
Comments 2