Bodegas de viento es, de entrada, un proyecto exitoso. En un corto tiempo ha logrado posicionarse en los mercados más importantes de México, atendiendo al nicho más exigente: a los verdaderos conocedores del buen vino.
La empresa vinícola está situada en la sierra de Arteaga, en Coahuila. Ahí fue donde todo comenzó, pasando de ser un campo experimental a establecerse como una empresa que produce vino de alta calidad, con viñedos propios, manteniendo un crecimiento sostenido, diversificándose al rubro del turismo y mejorando la calidad de vida de sus colaboradores.
Crecimiento
José Alejandro Dávila Villarreal es el director general y conoce a la organización literalmente desde la raíz. Se ha encargado de potencializar a Bodegas del Viento, diversificando el número de etiquetas, aumentando el volumen de viñedos e ingresar al ramo turístico. Además de darle alta rentabilidad, José Alejandro se ha encargado de imprimir a Bodegas del Viento el sello más importante: el de su familia: “Además de la alta calidad, nos interesa generar empleos dignos y cuidar al medio ambiente. Nos enfocamos mucho por tener una Empresa Socialmente Responsable”.