En un año particularmente desafiante para la agricultura sinaloense, Enrique Riveros Echavarría, presidente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán (AARC), se enfrenta a un panorama donde las dificultades se acumulan y la innovación se presenta como una respuesta clave para la supervivencia del sector. Riveros Echavarría comparte las principales dificultades de los agricultores, los avances tecnológicos implementados en la región y las estrategias a seguir para el futuro.
Un año de crisis acumulada
2024 fue un año complejo para los agricultores del Río Culiacán. Entre los principales retos destacan la escasez de agua y los altos costos de producción.
“Lo que nos golpeó este año fue que se juntaron los dos grandes factores: el agua y los precios. Normalmente, uno de estos problemas ya nos ha afectado, pero este año los dos llegaron juntos”
Riveros Echavarría
En la región, el agua ha sido un tema recurrente en los últimos tres años, con sequías prolongadas que han impactado la productividad agrícola. Sin embargo, el mayor desafío no ha sido la falta de agua, sino su insuficiencia para cubrir toda la demanda de riego.
“Lo que hacemos es tomar decisiones difíciles, como sembrar menos superficie pero regar de manera eficiente, para asegurar la vida completa del cultivo”
Además de la escasez de agua, el aumento de los costos de insumos y la mano de obra escasa también han golpeado fuertemente al sector agrícola. El tipo de cambio bajo y los precios de venta desfavorables han afectado la rentabilidad de los cultivos, creando un entorno financiero complejo para los productores.
Resiliencia y adaptación a la crisis
A pesar de las adversidades, la respuesta de los agricultores no ha sido una simple espera pasiva. Riveros Echavarría destaca que la resiliencia del sector ha sido clave para seguir adelante.
“Lo que hemos aprendido es que debemos adaptarnos a las circunstancias. La tecnología y la experiencia acumulada de los agricultores nos han permitido sortear la crisis”
El uso eficiente del agua ha sido una de las principales estrategias para mitigar los efectos de la sequía. Los agricultores han comenzado a implementar métodos más controlados y específicos para maximizar los recursos disponibles, adaptándose a los cambios climáticos que afectan la región.
La innovación tecnológica, un pilar fundamental
El presidente de la AARC también subraya que la innovación tecnológica juega un papel crucial para el futuro de la agricultura en la región. Las tecnologías actuales permiten realizar un monitoreo mucho más preciso de los cultivos, lo que optimiza el uso de insumos como fertilizantes y agua.
“Hoy en día, contamos con tecnologías que nos permiten medir con exactitud la cantidad de agua y fertilizante que necesita cada planta. Esto nos permite ser más eficientes y sostenibles”
Una de las herramientas más destacadas es la capacidad de los drones y las cámaras de alta precisión para detectar plagas y enfermedades a nivel microscópico, lo que permite una intervención más específica. Riveros Echavarría reconoce que, aunque estas tecnologías son una realidad, la adopción masiva enfrenta obstáculos.
“El agricultor puede ver estas innovaciones como algo costoso o innecesario. Sin embargo, debemos demostrar la eficiencia de estas tecnologías, que no solo ahorran costos, sino que mejoran la calidad de la producción”
Para el presidente de la AARC, no se trata solo de integrar tecnologías de vanguardia, sino de cambiar la mentalidad.
“Hace falta entender que las plantas no son solo un ente químico, sino un ser biológico. Necesitamos verlas desde una perspectiva más integral, lo mismo que hacemos con las personas al reconocer que, más allá de los medicamentos, la salud mental y el bienestar físico son fundamentales”
Los desafíos de los precios y la comercialización
El sector agrícola también ha tenido que lidiar con precios que no se han ajustado a la inflación. Los agricultores han incrementado su productividad, pero los precios de venta siguen siendo los mismos que hace 15 años. Riveros Echavarría destaca que la comercialización es otro de los grandes puntos débiles.
“Hemos mejorado en la calidad y la productividad, pero los precios no nos han acompañado. La eficiencia en la producción no se ha traducido en mayores ganancias, sino en poder cubrir los altos costos de los insumos”
Este fenómeno se agrava con la creciente complejidad de las regulaciones y las certificaciones que los agricultores deben cumplir para acceder a mercados internacionales. A pesar de estos retos, el presidente de la AARC se muestra optimista: “Lo positivo es que seguimos adelante. La resiliencia de los agricultores es increíble, y aquí seguimos, aprendiendo a vivir con los retos y a superarlos”.
De cara al futuro, la AARC sigue trabajando en nuevas estrategias para garantizar la sostenibilidad del sector.
“Nuestro principal objetivo es seguir creciendo, ajustando nuestras operaciones y garantizando que los agricultores sigan confiando en nuestra asociación. Aunque el panorama sigue siendo desafiante, estamos listos para enfrentar lo que venga”
Con miras al 2025
Riveros Echavarría añade que si bien el 2024 fue un año de grandes retos, la experiencia adquirida y la capacidad de adaptación de los agricultores del Río Culiacán han sido clave para enfrentar la adversidad. Con un enfoque en la innovación tecnológica, el ahorro de recursos y la colaboración con el gobierno, el sector agropecuario de la región se prepara para afrontar los nuevos ciclos con la certeza de que, a pesar de las dificultades, la agricultura sigue siendo la columna vertebral de la economía local.
Con 92 años de historia, la Asociación de Agricultores del Río Culiacán sigue demostrando que, en los momentos más difíciles, la unidad, la innovación y la resiliencia son las claves para mantener a flote un sector que, a pesar de todo, sigue sembrando el futuro.
- La Asociación de Agricultores del Río Culiacán cumplió 92 años.
- La Asociación de Agricultores del Río Culiacán, es una asociación que nace en 1932, fundada por un grupo de visionarios agricultores con la finalidad de defender y promover los intereses del sector agrícola.
- A la fecha, está constituida como una asociación civil no lucrativa y su máximo órgano de autoridad es la Asamblea General de Socios.
- Cuenta con un padrón de más de mil 400 socios, cuya actividad productiva es un importante generador de desarrollo en la entidad.