Ramón Ángel Ortega Navarro es uno de esos nombres que, con el paso del tiempo, dejan huella más allá de Sonora. Nacido en Hermosillo, creció en un entorno marcado por la escasez, pero desde joven supo que el trabajo constante podía cambiar su destino. Su historia es la de quien convierte la adversidad en motor de vida.
Empresario hecho a pulso, Ortega Navarro fundó y consolidó compañías como North West Supply, una de las más grandes del sector de limpieza en Sonora, y Pacific Paper Eco Line, enfocada en la fabricación de papel higiénico. Más adelante incursionó en energías renovables con SolarWatts by INCOR, siempre con visión de futuro. Pero su inquietud no terminaba en los negocios: lo movía también un fuerte compromiso con su comunidad.
Esa vocación social lo llevó a liderar una de las iniciativas más humanas en materia de seguridad pública en México: el Patronato de Seguridad Pública de Hermosillo. Surgido tras una conversación entre empresarios que criticaban a la policía, Ortega propuso cambiar el enfoque: no juzgar, sino apoyar.
El Patronato se constituyó en 2019 y fue presentado en enero de 2020. A cinco años de su nacimiento, se ha consolidado como un modelo único en el país. Su propósito: dignificar la calidad de vida del policía y su familia. Y lo hace con acciones concretas: servicios de salud, programa de becas y apoyo educativo, talleres de bienestar emocional, apoyo en gastos funerarios, asesoría legal y contable, apoyo social y en su economía familiar, entre otros.
Además, se cuenta con una app móvil donde, además de consultar todos los programas y beneficios disponibles, los policías pueden acceder a descuentos y promociones especiales de empresas aliadas, como un apoyo adicional a su economía familiar.
Este modelo no solo mejora las condiciones de los policías, también fortalece su sentido de pertenencia, su profesionalismo y su relación con la ciudadanía. Ortega lo resume con claridad: “Un policía que vive con dignidad, es un policía que sabe que está respaldado.”
Gracias a alianzas con el gobierno municipal, como el recurso que se recauda a través de un peso en el recibo del agua, y al respaldo de empresarios locales, el Patronato se sostiene como una plataforma viva y eficiente. Ya ha comenzado a inspirar a otras ciudades del país.
Ortega Navarro insiste en que el cambio profundo en seguridad no es responsabilidad exclusiva del Estado. “La sociedad civil tiene el poder de transformar desde la raíz”, afirma. Y aunque reconoce que aún hay mucho por hacer, concluye: “La semilla ya fue sembrada. La sombra que proyecte ese árbol será parte de mi legado”.