Millones de jóvenes recién egresados de universidades en Estados Unidos se enfrentan a un panorama laboral adverso, donde sus habilidades parecen cada vez menos valoradas, sus perfiles más prescindibles y sus oportunidades rápidamente reemplazadas por sistemas de inteligencia artificial.
Según publicó Entrepreneur en Español, ese es el panorama que se desprende de los testimonios recogidos por Kevin Roose, columnista de The New York Times, quien durante los últimos meses ha conversado con economistas, empresarios y trabajadores de nivel inicial, que ya sienten los efectos del avance acelerado de la automatización.
Los datos respaldan esta percepción.
El desempleo entre universitarios recién egresados alcanzó el 5.8 por ciento, un nivel alto según Banco de la Reserva Federal de Nueva York, que advierte sobre un deterioro notable en las condiciones laborales de este grupo.
Firmas de análisis como Oxford Economics han identificado que este desempleo se concentra en áreas técnicas como finanzas e informática, donde la IA ha comenzado a reemplazar tareas básicas con velocidad sin precedentes.
Realidad
Empresas de diversos sectores están migrando hacia un enfoque AI-first: antes de contratar a una persona, prueban si la tarea puede ser resuelta por herramientas automatizadas.
Algunos ejecutivos reconocen que han dejado de contratar a ingenieros jóvenes porque los asistentes de codificación con IA ya cubren las tareas de nivel inferior. En ciertos casos, un solo científico de datos realiza el trabajo que antes requería decenas de analistas. A pesar de que estas decisiones aún no han generado un desempleo masivo, sí han provocado una reconfiguración del mercado laboral.
Molly Kinder, investigadora del think tank Brookings Institution, lo resume así:
“Las herramientas están resultando tan eficientes, que muchos empleadores ya no necesitan asistentes de investigación, analistas financieros ni de marketing”.
En sectores como el desarrollo de software, donde los resultados pueden medirse de manera objetiva, la IA ha demostrado capacidades sorprendentes. El temor entre los recién egresados no es solo ser sustituidos, sino también que su potencial profesional quede truncado antes de empezar.
Según Heather Doshay, experta en talento de la firma SignalFire, el entorno actual desincentiva la formación de nuevos trabajadores:
“Ya nadie tiene tiempo ni paciencia para capacitar a nadie, cuando la IA puede hacer gran parte del trabajo de forma autónoma”, explicó.
Oportunidad
Aun así, algunos jóvenes ven en esta amenaza una oportunidad.
Trevor Chow, graduado de Stanford, comparte que muchos de sus colegas están evitando las rutas laborales tradicionales y optan por emprender, conscientes de que el margen de tiempo para hacer algo grande parece cada vez más corto.
Aunque el impacto de la inteligencia artificial sobre el empleo es multifactorial y todavía incierto, está claro que los graduados de hoy se enfrentan a un entorno laboral que exige experiencia y una capacidad urgente de adaptación frente a tecnologías que avanzan más rápido que cualquier plan de carrera.