Adolfo Solís es socio director de Grupo Farías, tiene una Maestría en Impuestos y una Maestría en Derecho Procesal Constitucional. Además, obtuvo un doctorado en Derecho Tributario (magna cum laude) con una tesis doctoral titulada “La mejora de la recaudación tributaria derivada del control de la corrupción”. Fue el primer doctor de su generación.
Al finalizar sus investigaciones y estudios académicos, fue contratado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, donde sirvió durante diez años, aproximadamente.
Desde diciembre de 2008 fue designado por la firma Grupo Farías, Abogados Tributarios, como coordinador nacional para supervisar los casos más difíciles y relevantes contra el Tesoro Federal.
En febrero de 2014 fue el abogado que representó a toda la frontera contra las reformas a la ley tributaria relacionadas con el IVA; presentando la demanda colectiva de protección fiscal más grande en la historia de México en términos de número de quejosos.
Tres años después presentó una demanda colectiva de protección contra cambios legales por el aumento del precio de gasolinas y diésel, evidenció que la metodología utilizada para el cálculo de la molécula era incorrecta.
Su alcance abarca la protección de multinacionales y la protección de grandes empresas, por conflictos gubernamentales. Su participación influye en resolver la problemática de esos sectores. Su especialidad como abogado procesalista ha permitido que diseñe una serie de acciones para resolver problemas actuales.
¿De qué manera contribuye activamente a apoyar y fortalecer la profesión a la que pertenece en la región noroeste?
La forma de contribuir en la profesión es con la “conciencia”. El estado de derecho requiere conciencia y muchas veces el temor, la impunidad o las represalias gubernamentales provocan que las personas se abstengan de accionar.
La actividad que realizo tiene que ver con objetivos sociales. Si un sector empresarial se ve afectado, los movimientos que emprendo son para proteger sectores no empresas en particular. La mayoría de movimientos masivos tienen que ver con la aplicación de un estado de derecho.
He participado en los movimientos masivos más representativos del país, atravesando todas las instituciones en todos los niveles; teniendo la confianza de los sectores japonés, americano y europeo.
¿Qué expectativas tiene respecto a la adaptación y adopción de tecnologías en su campo profesional?
Naturalmente las tecnologías son una herramienta útil para la protección de derechos, sin embargo, esas tecnologías no deben verse como una herramienta de solución, sino como una herramienta de apoyo.
Las tecnologías no son relevantes para resolver problemáticas actuales, sino que simplemente deben verse como una herramienta para lograr con mayor celeridad los objetivos sociales sujetos a diversos análisis.