Guadalupe Villalobos Guerrero cuenta con 30 años de experiencia en el sector agropecuario y 16 como funcionario de una empresa algodonera; ha asesorado empresas de hortalizas, harineras y hoy a productores de trigo del Valle de Mexicali.
El experto en agricultura hace un llamado para estar alertas a los nuevos cambios que se avecinan en temas de granos y algodón en el noroeste de México, ya que afirma que están siendo afectados en gran medida por la suspensión de varios programas de la actual administración gubernamental:
“Esta administración definió la agricultura en dos términos: la agricultura de subsistencia y la agricultura comercial. En la mitad del país hacia el norte se produce alrededor del 75 al 80% de los granos en México; al quitar estos apoyos, viene la baja en la producción. Ya lo estamos viendo en Sinaloa, donde se producían 7 millones de toneladas de maíz blanco y ahora solo 3 millones y medio”
Por lo tanto, la importación de maíz va en aumento. De acuerdo con El Economista, actualmente se importan 18 millones de toneladas, ocho más que en 2014.
“En lo que respecta a la importación de trigo, aumentó a 5.3 millones de toneladas en 2023, cuando tenemos un valle en Sonora que puede producir 2 millones y medio de toneladas y Mexicali 600 mil toneladas de trigo. No hay una estrategia para cubrir esta necesidad y la forma de apoyo no se está viendo de manera estratégica como seguridad nacional”
Guadalupe, ¿qué estrategias considera que son necesarias para fortalecer la posición del noroeste de México en el comercio internacional de productos agrícolas?
El gobierno tiene que volver a lo que es la rectoría. En primer lugar, la eliminación de la financiera nacional ha hecho mucho daño; tiene que volver a financiar y apoyar a los productores del campo, pero antes debe resolver el tema de las carteras vencidas. Traemos alrededor de mil 400 millones de pesos en cartera vencida en el Valle de Mexicali; 400 millones son de la financiera nacional y mil millones son de los dispersores de crédito.
¿En ese escenario, cuál sería el reto del productor actualmente?
Salir del historial negativo del buró de crédito, que no le embarguen propiedades y conseguir crédito para seguir trabajando; buscar que la materia prima (semilla, insecticida, diésel, seguros agrícolas, etc.) esté apoyada de la mano del gobierno como se hacía anteriormente y, por último, la comercialización.
¿Qué actores entran en juego a nivel internacional con la oferta y la demanda?
Las guerras han ayudado con el incremento del precio, pero después se vino abajo porque las grandes producciones de Rusia, Australia y Brasil le pegaron a los precios que tenemos en este momento. Otro elemento importante son los portafolios de inversión de especuladores y, por supuesto, el clima.
¿Cuál es el reto para el 2025?
El presupuesto viene muy bajo; se esperaba un crecimiento en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el campo del 3.8% cuando la inflación parece rebasar el 4%. Realmente no estamos creciendo en los apoyos al campo, tiene que entrar el gobierno con apoyos adicionales, si no, el campo va a colapsar.
Importación récord de 18 millones de toneladas de maíz al año por la baja producción en México. México consume alrededor de 30 millones de toneladas de maíz blanco. Se siembran alrededor de 10 millones de hectáreas de maíz en el país.