El Colegio SAM se convirtió en la primera escuela de Mazatlán en lanzar al espacio un satélite amateur hecho por estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato, en colaboración con expertos de la NASA.
Los alumnos trabajaron por varios meses en la creación de los SAM-Cube-SAT1, tres dispositivos que alcanzarán hasta los 100 mil pies de altura, tres veces más que lo que se eleva un avión de pasajeros, para fotografiar y videograbar la curvatura del planeta, las capas de la atmósfera y la oscuridad del espacio.
El lanzamiento fue hecho a principios de febrero en la Academia de Beisbol del Pacífico, con la presencia de los docentes, asesores y estudiantes participantes, entre otros invitados.
Edith Fernanda Morales, ingeniera en energía y asesora de los estudiantes en el proyecto, señala que se trata de un satélite amateur hecho por niños de nivel básico, una característica única en México y que se lleva a cabo bajo las especificaciones de la NASA.
”Jamás se había hecho por alumnos de primaria, incluso de secundaria, esa es una de las características del proyecto, estos muchachos hicieron desde la plataforma hasta programar los microcontroladores”
Los dispositivos tienen sensores que realizan mediciones de altura, humedad y temperaturas, a la vez que transmiten datos en tiempo real gracias a avanzados sistemas de GPS.
Fueron seis equipos de estudiantes en el proyecto que logró abarcar diversas metas y objetivos científicos y tecnológicos, pero que destaca especialmente por su impacto social y educativo.
Lorenzo Ignacio Aguado Castaño, director general de Colegio SAM, resalta que cada estudiante desarrolló una especialidad, además de que se les enseñó a trabajar de manera coordinada, disciplinada y ordenada.
“Estamos elevando la calidad educativa no solo en Mazatlán y Sinaloa, sino a nivel nacional, lo que buscamos después del lanzamiento es, además del calendario astronómico, que esto se traduzca en otros intereses”
Cuando se lanzan estos dispositivos, se analiza lo que captan, por lo que el seguimiento es muy importante. Están en el espacio solo algunas horas y una vez que aterrizan, se busca su posición y se va a recogerlos. Señalan el ingeniero civil Eduardo Guízar, líder del proyecto, y el profesor líder en electrónica y programación Arturo Fernández Jaramillo que:
“Esto no termina con el lanzamiento, tenemos que analizar la información y videos, de repente puede haber cosas que tengamos que mandar a la NASA para ser analizadas, los niños ya están pensando más allá de lo que va a suceder”