Gonzalo Rocha, presenta una selección de cartones titulada: Ilustres e ilustrados, integrada por una serie de retratos de renombrados escritores y escritoras que ha conocido a lo largo de su trayectoria. Dicha exposición será inaugurada el 20 de septiembre en el Nivel 5 del Museo de Arte de Sinaloa.
¿De dónde proviene su interés por la caricatura?
Soy el primero que se dedica a esto de las artes gráficas en la familia. Tengo recuerdos tempranos de visitas a museos, de haber visto los murales de los “Tres grandes” y la casa de Frida Kahlo. No había muchos libros de arte a la mano, pero siempre había periódicos y revistas de crítica política, así que mi afición por el dibujo poco a poco se fue decantando por la caricatura que veía en esas páginas, por el humor que alcanzaba a entender y por las revistas de historietas que también se leían en casa, en donde por supuesto no faltaban Los Supermachos de Rius, La familia Burrón de Vargas y más tarde El Spirirt de Will Eisner.
¿Cuáles son las posibilidades de la caricatura como medio de expresión en la actualidad?
Creo que la caricatura es un medio que no deja de tener lectores, tiene a su favor que se da en una lectura inmediata, un vistazo, lo entiendes o no lo entiendes, te da risa o no, el retratado se parece o no se parece. Por otra parte, aunque hoexisten más posibilidades de usar fotos para hacer humor con ellas, la artesanía del buen dibujo no ha dejado de ser apreciada; sigue siendo un arte de la idea, de la síntesis y de un buen dibujo que le conjunte y eso sigue siendo creo yo, su fuerza sustantiva.
¿Cómo surge la idea de integrar la muestra “Ilustres e ilustrados”?
A pesar de que en México sigue estando pendiente la discusión política, los caricaturistas también nos cansamos de tan sólo dibujar políticos demagogos e hipócritas, empresarios voraces y conclapaches del poder y funcionarios ineptos, autoritarios y corruptos; entonces buscamos la nobleza de quienes más bien han enriquecido nuestras vidas desde la cultura, como los artistas, los pensadores, los filósofos, los literatos. A mi me sirvió mucho el ejemplo del maestro Rogelio Naranjo pues en su trayectoria de caricaturista político, también fue constate en colaborar con espacios donde retrataba a los espíritus creativos. Cuando era más joven y miraba esos dibujos en que ilustraba a artistas para mi desconocidos, me servía como incentivo para acercarme a sus obras. Eso mismo pretendo hacer en los lectores cuando retrato a un poeta, un novelista, un cineasta, un periodista , a un “Ilustre Ilustrado”.
¿Cuáles son los retos que un cartonista enfrenta en el contexto actual?
El reto, siempre ha sido el mismo, nunca ha sido fácil y es el buscar espacios que sean idóneos para poder ejercer nuestra libertad de expresión y creativa de la mejor manera y cuando estos espacios no existen, crearlos.
¿Cuáles son las mayores satisfacciones?
Es poder hacer la vida con una disciplina que te gusta y en la que no cesas de seguir alimentando tu curiosidad y sed de conocimiento para hacerlo mejor. Que tu trabajo sea publicado, es una satisfacción encontrar que tu trabajo originalmente hecho para un periódico o revista, aparezca en un Blog, pancarta, grafiti o una pinta, es decir que la gente lo compartió e hizo suyo; al final la caricatura se vuelve como un corrido o una catrina de Posada: parte del dominio popular.