Por 475 mil millones de dólares sería el impacto económico anualizado para México de continuar el 25% de aranceles que busca imponer Estados Unidos, ya que debido al volumen de operación que México tiene con el país vecino actualmente, al incrementar dicho porcentaje sacaría de competencia sus productos.
Luis Manuel Elizondo Lomelí, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) de Mexicali, señaló a medios de comunicación el 2 de febrero que es una cifra importante, ya que Estados Unidos es el mercado más grande para México al ser su principal socio comercial.
“Tendría un efecto tremendísimo sobre nosotros no poder negociar en los volúmenes que lo estamos haciendo actualmente, porque lo que se produce aquí no tendría mercado porque es un 25% más caro comprarlo en Estados Unidos”
La medida que busca implementar el gobierno estadounidense estará en pausa el mes de febrero, tras un acuerdo entre la presidenta de México, Claudia Sheinbaum y Donald Trump. De esta forma, México debe realizar acciones contundentes y claras en este mes de pausa a los aranceles impuestos por Estados Unidos. La tarifa arancelaria la paga el comprador norteamericano, lo cual significa un 25 por ciento más de incremento, por ejemplo, si se paga una cosa de 10 dólares, ahora se pagará en 12.50 dólares.
En ese sentido, reiteró que es una tarifa que paga el gobierno de Estados Unidos, sin embargo, bajaría la competitividad en México porque al aumentar el costo de los productos en los consumidores finales, tendrían que buscar a quien venderlos.
“Buscarían comprarnos menos a nosotros por lo que haría que tuviéramos que reubicarlo en algún otro lado o disminuir la producción, entonces más que las inversiones el efecto es inmediato sobre bajar el volumen sobre la producción que actualmente tiene México”
En México se produce petróleo, autopartes, artículos médicos, softwares, computadoras, partes de teléfonos, por lo cual podría provocar un efecto inmediato y no solamente en inversiones a futuro.
Sectores vulnerables Ildefonso Guajardo, ex secretario de Economía y negociador clave del T-MEC, señaló que los sectores más vulnerables ante la medida son el automotriz y el acerero. En particular, la industria automotriz podría verse gravemente afectada si los aranceles se aplican a componentes esenciales.
“Si los aranceles fueran generalizados, el golpe sería devastador para la economía de la región, afectando cadenas de suministro enteras y encareciendo productos para el propio consumidor estadounidense”
Esta medida podría afectar la llegada de nuevas inversiones en el país, especialmente en Sonora, Chihuahua y Baja California, donde el sector manufacturero depende en gran medida de la exportación de autopartes y productos con insumos importados bajo esquemas de maquila.
“Cuando hablamos de manufactura de exportación, hablamos de tres renglones principales: la mano de obra, los servicios y los insumos. En el caso de Sonora, Chihuahua y Baja California, nuestra mayor aportación es la mano de obra”
A pesar del impacto, consideró que es poco probable que la medida derive en un cierre o relocalización de plantas manufactureras en México. Sin embargo, sí podría provocar una desaceleración en la llegada de nuevas inversiones y afectar la competitividad de las exportaciones mexicanas. Reducción de inversiones
“Vamos a notar una reducción en la llegada de nuevas inversiones. Estos aranceles le restan competitividad a nuestras exportaciones y esa es precisamente la intención de Estados Unidos”