Para crear una región sostenible, primero debe pensarse en las ciudades como eje, aseguró José Antonio Torre Medina-Mora, director del Centro para el Futuro de las Ciudades del Tec de Monterrey, al participar en el Summit 2023 Prosperidad: Propósito Posible.
“El derecho a la vivienda debe ser la piedra angular de las políticas de desarrollo sostenido de los gobiernos”, resaltó el académico al dar a conocer cinco retos para el futuro de las ciudades en la Región Mar de Cortés.
El primer reto tiene que ver con la falta de vivienda asequible en entornos urbanos; el segundo está enfocado a la expansión urbana descontrolada; el tercero a la movilidad basada en una obsesión por el auto; el cuarto se direcciona a la mitigación, resiliencia y adaptación al cambio climático y el quinto se encamina a la falta de mecanismos de planeación y gobernanza eficaces.
Torre Medina-Mora explicó en la conferencia “Ciudades del Futuro en la Región Mar de Cortés” que los problemas del cambio climático comienzan con el diseño de las ciudades.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, las ciudades representan el 3 por ciento del territorio en el mundo, pero utilizan cerca del 70 por ciento de la energía mundial.
También son las ciudades las generadoras del 75 por ciento de las emisiones de gas de efecto invernadero y las causantes de que el 90 por ciento de las personas respiren aire en condiciones fuera de las normas internacionales.
Centros poblacionales
Una de las prioridades de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es el trabajo en centros poblacionales, para que las comunidades y ciudades sean lugares inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Sin embargo, Torre Medina-Mora señaló que hay en el mundo más de mil millones de personas que viven en zonas vulnerables bajo la definición de la ONU y que al voltear a México se puede conocer que hay una serie de retos por atender.
Entre esos retos se encuentra el hecho de que cada vez las ciudades se vuelven más grandes, dificultando así la movilidad y provocando segregación o que cada vez haya menos viviendas de interés social dignas.
“Tenemos una estrategia de vivienda, pero no tenemos una política pública de vivienda y los intentos hechos por gobiernos para mejorar este rubro han terminado en fracasos”
Como ejemplo, citó el último reporte de la ONU Hábitat, en el que se dio a conocer una caída del 40 por ciento en la construcción de vivienda entre 2018 y 2023. El dato más negativo es que en lo que respecta a la construcción de vivienda de interés social, la caída representó un 70 por ciento.
Atender los retos para la construcción y fortalecimiento de las ciudades implica una agenda común, en la que se unan esfuerzos entre gobiernos y ciudadanos, con el único fin de evitar mayores afectaciones al ecosistema y la economía de la región.