La relación entre los jóvenes y la limpieza del hogar está dejando cifras para la reflexión. Una encuesta reciente realizada por Talker Research a 2 mil personas pertenecientes a la generación Z y los millennials en Estados Unidos ha sacado a la luz una realidad incómoda: el 45 por ciento se sentiría avergonzado si alguien fuese a su casa tal y como está ahora mismo.
Según publicó El Confidencial, este sentimiento, lejos de ser anecdótico, pone el foco sobre los hábitos domésticos de dos generaciones que priorizan otras tareas antes que pasar el trapo. Además del pudor, los datos revelan una falta de constancia en las rutinas de limpieza.
El 31por ciento de los encuestados reconoció tener una habitación sin limpiar desde hace más de seis meses, y muchos pasan más tiempo procrastinando la limpieza (casi tres horas) que realizando la tarea (algo menos de dos horas).
Estos números no solo evidencian desinterés, sino también una especie de resistencia emocional o práctica hacia el mantenimiento del hogar. Entre los resultados más llamativos está la preferencia por evitar ciertas tareas antes que enfrentarse a la fregona.
Más del 70 por ciento de los participantes afirmaron que preferirían soportar situaciones incómodas, como conversar con alguien que no les apetece (19 por ciento), quedarse atascados en el tráfico (17 por ciento) o incluso encontrarse con una ex pareja (9 por ciento), antes que ponerse a limpiar el suelo de su casa.
Lo que más odian
A medida que se analiza la encuesta, aparecen detalles que permiten comprender mejor esta actitud. El 37 por ciento de los encuestados sitúa los suelos como la superficie que menos les gusta limpiar, seguidos por los ventiladores de techo (31 por ciento) y los rodapiés (28 por ciento). Estas áreas, que suelen acumular polvo y suciedad, se convierten en los puntos más evitados en las sesiones de limpieza.
Para Arianna Castro, científica de Swiffer, los resultados confirman que muchos no son conscientes del polvo que se acumula incluso cuando el suelo parece limpio.
“Quizás te sorprendas: algunos de los lugares más sucios de tu casa están a la vista de todos, esperando a ser limpiados”, advierte.
Según los resultados, el 52 por ciento de los estadounidenses encuestados afirmó que solo limpia el suelo cuando la suciedad es visible; sin embargo, muchos desconocen que los pisos pueden albergar polvo, mugre y otros residuos, incluso cuando parecen limpios.
Otro dato relevante es que el 36 por ciento de los encuestados solo limpia su casa cuando esperan visitas, porcentaje que asciende al 39 por ciento entre los miembros de la generación Z.
Esto sugiere que el motivo detrás del orden no es tanto el bienestar personal como la presión social. Los espacios que más se limpian son aquellos que están a la vista: la cocina (88 por ciento) y el salón (85 por ciento), mientras que los armarios son los grandes olvidados, con solo un 48 por ciento de personas que los limpian con frecuencia.
“La limpieza diaria puede resultar abrumadora, pero usar los productos adecuados facilita la tarea al combatir la suciedad y la mugre que a menudo pasan desapercibidas”, afirma Castro.