La empresa queretana Tridi ha convertido la impresión 3D en un negocio rentable. Tras años de experiencia enfocada en métodos de fabricación por medio de la tecnología 3D, la firma ha consolidado e iniciado la expansión de su modelo de negocios.
Hace un lustro, cuando venció la patente de la tecnología que hace posible la impresión 3D, Sebastián Romo y Rodolfo Gutiérrez iniciaron un centro de fabricación dirigido al público en general, confirmó Valeria Velasco, directora de Marketing de la empresa.
El ser una novedad se convirtió en el principal reto de la compañía. A pesar del auge que la tecnología mantiene dentro de los buscadores en internet, el conocimiento técnico que requiere y la noción de que es un proceso costoso limita el acceso a este servicio. Es entonces cuando encontraron una necesidad en la industria de la tecnología.
Entre los principales clientes de Tridi están la industria aeroespacial y el sector automotriz, a los que provee de herramientas personalizadas a la medida para ayudar a los operadores en la línea de producción y la posibilidad de crear modelos a escala en una fracción de tiempo menor a la que se requería hace años.