Desde muy joven, Omar Serrano descubrió que cocinar era mucho más que seguir recetas. Los aromas de la cocina familiar, el amor de sus padres, abuelas y suegra, marcaron su primer vínculo con los sabores.
Ese entorno cálido fue la chispa que encendió su vocación, aunque su camino no comenzó donde muchos imaginan: primero trabajó en el servicio en mesa, y solo más adelante decidió entrar de lleno a la cocina, una decisión que, confiesa, cambió su vida.
Impulsado por su esposa y respaldado por su familia, Omar dio el paso hacia el emprendimiento con Avika, un concepto que fusiona técnicas japonesas con ingredientes locales, logrando una propuesta nikkei original que rápidamente se ganó al público sinaloense.
“Crecimos gracias a la recomendación de boca en boca”, comparte el chef, quien sigue viendo en cada cliente una oportunidad para mejorar.
Hoy, el proyecto ha madurado con tres sucursales de servicio a domicilio, un Centro de Operaciones y la reciente apertura de Ishinoka Nigiri House, un restaurante de alta gama que rinde homenaje a la cocina japonesa tradicional. Para Omar, es una cocina honesta, estética y saludable, pero también abierta a la innovación.
Más allá de su técnica, Serrano lidera con valores: fe, integridad, pasión y capacitación. Bajo esta filosofía, ha creado equipos que comparten su visión de servicio. Con platillos como el tiradito de atún togarashi o el Acevichado Roll, Avika se ha vuelto referencia. Ishinoka, por su parte, apuesta por el omakase y una mixología que enriquece cada experiencia.
Con la mirada en el futuro y sus hijas preparándose para formar parte del grupo de empresas, Omar sueña con que sus marcas crezcan más allá de Sinaloa y que su legado continúe en manos de su familia. A los jóvenes que inician, les deja un mensaje: “Cocinen con pasión, porque en cada platillo va su personalidad”.