Miguel López Melero, doctor en pedagogía y catedrático de didáctica y organización escolar de la Universidad de Málaga, España, visitó Culiacán para hablar sobre el modelo educativo llamado Proyecto Roma.
Este proyecto, en palabras de su creador, es un instrumento cultural para formar personas con capacidad de pensar y con capacidad de convivir.
López Melero empezó este modelo educativo cuando tenía 24 años y trabajaba como maestro en un colegio de Alcalá de Henares, donde daba clases a niños y niñas con síndrome de Down.
“Yo había aprendido mucho sobre educación especial, y me encuentro con 14 niños y niñas que eran personas con síndrome de Down y de las cuales se decía que eran deficientes mentales. Pero después del primer trimestre con ellos comprendí que estábamos equivocados con respecto al concepto de inteligencia”, mencionó el doctor.
La inteligencia, explicó, no es consecuencia de la genética de una persona, “la inteligencia se produce gracias a las interacciones humanas; por tanto, las personas que tienen síndrome de Down son seres inteligentes”.
El doctor en pedagogía enfatiza que el Proyecto Roma surge para poner de manifiesto que la inteligencia no existe, que existe sólo la oportunidad de hacerse inteligente si el contexto ofrece una oportunidad.
“El gran problema es la ignorancia tan grande que existe en el mundo con respecto a las posibilidades cognitivas y culturales de los seres humanos. No existen las deficiencias. Las deficiencias se construyen, como se construye la inteligencia”, agregó. El origen de la inteligencia, comentó el especialista español, es siempre el aprendizaje, y no al revés.
“No es que tú eres inteligente y por eso aprendes; es que al aprender te haces inteligente. Pero resulta que los niños y las niñas pobres o los que tienen algún tipo de peculiaridad no tienen la oportunidad que tú has tenido o que he tenido yo”, recalcó.