De sólida voz y notoria presencia, su temple estoico refleja la vida de un empresario dedicado al bienestar de la empresa familiar.
Jesús Héctor Kuroda San nació en Culiacán, Sinaloa, en 1946; es uno de los más reconocidos empresarios del noroeste de México y actual presidente de Grupo Kuroda, empresa creada por sus padres, la señora Guadalupe San Vidaño y el señor Jesús Kuroda Martínez, en 1958.
Grupo Kuroda es una empresa culiacanense dedicada a la comercialización de productos de plomería, tubería, acabados y soluciones para el hogar o negocio. Tiene presencia en ocho estados de México con 61 puntos de venta, generando cerca de mil 150 empleos directos.
Recuerdos que instruyen
Siendo apenas un adolescente, Don Héctor Kuroda San se dice afortunado de ver cómo sus padres arrancaban el negocio, recuerda cómo de a poco le iban incluyendo en las tareas del día: “Tenía 11 años de edad cuando les empecé a ayudar a mis padres, cargando los primeros tubos que llegaban a casa, y es que ahí fue donde comenzó todo, en nuestro hogar”.
Otro recuerdo añorado con su padre y hermanos es el amor al mar, y es que cada sábado viajaban hacia la costa, por la zona de Yameto y a veces por Altata, para pasar el día pescando.
“Éramos pescadores en ese sentido, mi papá nos enseñó el amor a las playas y al campo, por eso hoy estamos involucrados en el cuidado con el medio ambiente, por ejemplo en la siembra de mangles”, detalla.
Y es por esto último que Grupo Kuroda ha emprendido programas de apoyo como Estancia Lupita, Desarrollo con Visión Social y el Centro Cultural Jesús Kuroda Martínez, por los que ha sido acreedor a múltiples reconocimientos como Empresa Socialmente Responsable desde 2012 (y contando), Súper Empresas 2018 – Expansión (y contando), Súper Empresas para Mujeres 2022 – Expansión, Empresa Familiarmente Responsable y México sin Trabajo Infantil.
Sonora 1979, hacerse a la mar
Don Jesús Héctor Kuroda San llega a Hermosillo, Sonora, en el año de 1979, con el firme propósito de posicionarse en el mercado como una empresa confiable y sólida.
Inicia con una pequeña oficina, una bodega de lámina y con los inventarios de válvulas, tuberías y conexiones que en su momento adquirió de la empresa Ferretera Anáhuac de México, perteneciente en ese entonces a Grupo Urrea.
“Ya teníamos una sucursal en Culiacán, la de Bravo y Juan José Ríos, y tuve un problema de salud que me hizo salir de Sinaloa. A mi regreso decido moverme a Hermosillo porque estábamos comprando el negocio, que era Ferretera Anáhuac, la cual le pertenecía a la familia Urrea. Ellos se habían quedado como dueños de un espacio y fue la guerra de decirles: ‘si te vas a destinar a ser nuestro competidor, vale más que nos compres a nosotros’. Ellos eran los principales proveedores en ese entonces y nos dijeron: ‘queremos que ustedes continúen’; llegamos a una negociación de compra. Esta fue nuestra primera compra importante que hicimos, de ahí comenzamos a crecer más hacia el norte”, comparte.
10 años después abre la tienda KS Mayoreo para atender al ramo ferretero y de construcción, con unos impresionantes inventarios y una gran estructura, en el domicilio de Periférico Poniente, siendo la sucursal más grande hasta el momento.
“Nadando de muertito”
La devaluación económica de 1994, conocida como “El Error de Diciembre”, en la presidencia de Ernesto Zedillo, donde el peso mexicano alcanzó las cifras más bajas en la historia desencadenando altas tasas de inflación, fue una de las mayores crisis en la vida empresarial de Don Héctor Kuroda San.
“Ya habíamos tenido otras dos crisis previas, todo venía dándose con mucha rapidez, había algunas limitaciones pero íbamos creciendo y cuando entró Zedillo a la presidencia esperábamos que se compusieran las cosas, pero no fue así, fue una caída muy fuerte”, evoca.
¿Y cómo se recuperó, Don Héctor?
Trabajando, nadando de muertito (risas). Esperar un mejor momento, hasta que después de 10 años las cosas cambiaron, no fue fácil, y para entonces ya estábamos creciendo en Ciudad Juárez que se debió al mismo empuje de decir ‘esto va a cambiar, hay que tener confianza en el país, confianza en México’. Se han logrado los avances, pero en aquel entonces sí fueron muy dolorosos.
Ahora que estamos hablando de política ¿alguna vez le interesó ocupar algún cargo como servidor público?
No. Realmente nunca me interesó la parte de la actividad política, siempre con tener amigos ahí basta. Y eso es lo que hemos hecho, conservar amigos en todas las áreas, eso es a lo que nos dedicamos, a tener amigos, amigos proveedores, amigos para estar cerca del mercado, y no hay que olvidar que la política forma parte de ello.
¿Entonces hacer buenas relaciones ha ayudado a Kuroda?
Y también tomar distancia (risas).
Grupo Kuroda, pilar económico del noroeste
Grupo Kuroda tiene más de 60 años en el mercado, ganándose el reconocimiento a nivel regional y nacional. Tiene estrechas alianzas con más de mil 900 proveedores de marcas reconocidas en México y el extranjero.
Con presencia en 30 ciudades del país, cubre distintos mercados, tales como organismos de agua, desarrolladoras, estadios deportivos, centros de distribución, armadoras de automóviles, empresas privadas, agroindustria, gobierno, hotelería, subdistribución y minería, por mencionar algunos.
El grupo empresarial atiende una gran gama de clientes en el mercado, por lo que ha desarrollado distintos formatos de tienda con enfoque y cobertura específica. Por ejemplo: Kuroda, Kuroda Outlet, Kuroda Design, Casa Kuroda, Kuroda Bombas, Kuroda Proyectos, Agualuz, Decorati, Vitro Cerámica, Ideal de Acabados, Elementos, El Tianguis del Piso, Riego Moderno, Bombeos y Tubos, Kuroda Soluciones Hidráulicas y KS Mayoristas.
Confianza para trascender
Actualmente Grupo Kuroda está siendo liderado por la tercera generación con puestos directivos en la empresa familiar a partir de 2010.
Cuando se le pregunta cuál ha sido la clave para que la empresa sobreviva el relevo generacional, Don Héctor destaca la importancia de dar la oportunidad de que los sucesores decidan.
“Hay que confiar en que lo van a hacer bien y darles la oportunidad para que ellos tomen las decisiones. Todavía para algunos casos no es tan fácil porque se debe tomar en cuenta la participación familiar, sin embargo, ellos van resolviendo las cosas cada vez más. En nuestro caso, hay dos consejos, el familiar y los accionistas, se trata de que el consejo familiar esté actuando más. Yo aplaudo lo que haga la siguiente generación, me alegra el saber que están haciendo bien las cosas”, aconseja.
Kuroda San deja claro que pasar la batuta es igual de importante que la confianza cuando de sucesión familiar se trata:
“Siendo el mayor de seis hermanos y todos terminando carrera, había que dejarles un espacio en la empresa para que ellos mismos también crecieran; fue fácil el ir entregando a los demás la posición de director.
Y finalmente, Don Héctor, nos puede compartir unas palabras para las empresas familiares del noroeste de México:
Lo importante es tenerle confianza a la siguiente generación, los que estamos de salida debemos olvidar que uno lo tiene que hacer todo, hay que permitir que los nuevos miembros tomen sus decisiones, porque si en algún momento faltan los líderes o si no están de acuerdo, alguien las va a hacer, estemos o no de acuerdo, así que ¡a cooperar, señores!
(Bien Informado / Estefany Maya)