Definitivamente las precipitaciones pluviales representan una panacea para la agricultura porque gracias a ellas los niveles de almacenaje en las presas aumenta y con ello, también, el volumen de agua para riego. Asimismo las lluvias contribuyen a disminuir la sequía, que en el noroeste del país se comenzaba a resentir cada vez más. Además, aportaron niveles de humedad a los cultivos de maíz y trigo, que registraban estrés hídrico ante la poca disponibilidad de agua”. Y todavía mejor, las lluvias contrarrestan las probabilidades de futuras heladas. Por eso es que las lluvias, que han ido de menos a más en la entidad, son bienvenidas, refirió el doctor José Alberto Quintero Benítez. No obstante lo anterior, el doctor en fitopatología subraya que las precipitaciones pluviales también resultan ser un factor de riesgo para el agro, sobre todo cuando las lluvias son intensas.
Afectaciones
Ingeniero agrónomo por más de veintidós años, Quintero Benítez refiere que las lluvias moderadas prácticamente no representan afectaciones a los cultivos. Sin embargo, de acrecentarse las precipitaciones, sí pudieran generar problemas a los productores. Destacó que el primer problema que podría registrarse es el atraso de la preparación de las superficies. “Las lluvias si se tornan mas intensas, dificultarán la preparación del ciclo agrícola de otoño invierno próximo, dificultades técnicas para preparar la tierra”.
Otra de las dificultades que pudieran registrar es que “generan condiciones para que algunas enfermedades se pudieran presentar, principalmente la aparición de hongos cuyo efecto es más drástico cuando hay alta humedad”. El también fundador de Agro MIC online insistió en que si las precipitaciones aumentan en intensidad, frecuencia y volumen, generarían condiciones para un gran número de enfermedades que afectan a los cultivos. Estaríamos hablando de condiciones favorables para los tizones en tomate y papa, principalmente. Las lluvias favorecen la humedad, la cual, si permanece en el suelo, favorece cierto tipo de hongo, lo homisetos. Otras que ocasionan muerte de plantas y marchitamiento. Otro hongo que podría proliferar en condiciones de alta humedad sería el moho blanco, que afecta los cultivos de papa, frijol, tomate, donde causa pudriciones e incluso la muerte de la planta”. Destacó también que el mango pudiera verse afectado, en el caso de que se registren precipitaciones con fuertes vientos. “Pudieran afectar a los árboles frutales, principalmente para mango, ya que actualmente los árboles están parados de fruta. Eso pudiera afectar los procesos de recolección y procesamiento”.
Respuesta
Ante la pregunta de qué deben hacer los productores para menguar estos riesgos, respondió que los agricultores en general ya disponen de métodos para este tipo de situaciones, como el manejo de herbicidas. Lo que tienen que hacer es estar al pendiente de la intensidad de las lluvias, si tienen cultivos que son susceptibles a hongos de suelo, que sería el caso de los chiles, los tomates, lo que tendrían que hacer es estar monitoreando constantemente para que cuando detecten alguna planta con síntomas, aplicar los herbicidas adecuados para el hongo que esté causando ese problema. Para las enfermedades de follaje, tienen mayor margen porque las enfermedades de este tipo se presentan como verdadero problema hasta que el cultivo cierra. Definitivamente la recomendación es la misma: el agricultor tiene que monitorear constantemente, ver las condiciones que hay en el ambiente y sus cultivos para percatarse oportunamente de la presencia de lesiones o presencia de cualquier enfermedad, aplicar el producto adecuado”