El proyecto de vinícola familiar es iniciado por José Alberto López, en el año 2007, al plantar sus primeras parras en la cañada de Guadalupe, en el poblado de Francisco Zarco. Las primeras uvas serían cosechadas en el año 2010.
En el año 2012 se integra al proyecto su hijo Santiago López, quien a partir de ese momento se desempeña como enólogo de la vinícola, luego de obtener un diplomado en Vitivinicultura de la Universidad de California, en Davis. Los premios comienzan a llegar al obtener dos de sus primeros vinos, sendas medallas.
La base del proyecto consiste en buscar la máxima calidad en cada una de las etapas de la producción del vino, comenzando con la calidad de las uvas. El 100% de las parras de Solar Fortún proviene del vivero francés Mercier, que se encuentra en el Valle de Napa, en el corazón de la zona vinícola de California.
Los patrones, cepas y clones de las plantas fueron seleccionados de forma especial para su microclima.